jueves, 3 de diciembre de 2015

Período Tinita o Dinástico Temprano en Egipto

Dinastía I, Narmer y sucesores

La unificación de Egipto fue el resultado de la unión entre diferentes entidades políticas que existieron en Nagada II y de dos realidades geográficas: el Alto y el Bajo Egipto, así como unas estructuras jerárquicas y sociales propias.
Egipto fue desde el principio, un estado territorial, debiendo elaborar unos símbolos de poder y una religión común a todas las comunidades, que no rechazara sus creencias anteriores. Todo esto ocurrió en las dos primeras dinastías.
El primer rey de la I dinastía, según las fuentes, fue Narmer, el primero representado con la doble corona, del Alto y Bajo Egipto. El descubrimiento de su paleta llevó a pensar en la conmemoración de la unificación de Egipto, mediante la conquista del Bajo Egipto por parte de Narmer. Pero Egipto estaba unificado al menos desde hacía cien años, y puede que la paleta tenga significado simbólico, o represente algún tipo de expansión en Egipto.
Le sucedió Aha, también (como el anterior) identificado en el pasado con el mítico Menes.
Le sucedieron a éste seis reyes y una reina (Merneith), de los que destacamos a Den, por tener más información de él, gracias a la Piedra de Palermo.
Con él aparecen los títulos de rey del Alto y Bajo Egipto. Durante su reinado las crecidas del Nilo fueron excelentes.
Fue un gran impulsor de las obras públicas, canales y trabajos de irrigación, templos y tumbas. Se le conoce la primera fiesta Sed (jubileo).
Respecto a Merneith, probablemente se trató de la primera mujer-faraón y podría haber estado relacionada con Den.
El final de la I dinastía pudo venir por una situación de tensión.




La II dinastía: de Hotepsekhemuy a Khasekhemuy
El primer rey de la II dinastía es Hotepsekhemuy (los dos poderes están apaciguados), nombre significativo por la situación del país. Se pierde el nombre de Horus de los serekhs, apareciendo Seth.
Aunque durante la II dinastía en Egipto tienen numerosas luchas internas, probablemente debidas a la unificación del país y la dificultad por asumir la instauración de un estado unificado. Le sucedieron siete reyes más.
Uno de los más importantes fue Peribsen, durante cuyo reinado estos enfrentamientos eran más importantes. Unos reinados confusos, en los que la necrópolis se estableció en Saqqara.
El último rey de la II dinastía fue Khasekhemuy, con el que se volvió a recuperar el nombre de Horus en el serekh, aunque se mantuvo el nombre de Seth. Con este rey se produjo una transición a la III dinastía.
Durante esta dinastía, la administración estaría muy jerarquizada, y los cargos de más responsabilidad recaían sobre los familiares del rey. El gobierno y la administración venían directamente del palacio, y una de sus prioridades era la construcción de canales para irrigación.
Respecto a los templos, aún no se conoce mucho, aunque se supone que el rey les haría ofrendas.
En relación a la política exterior, encontramos representaciones del faraón derrotando a sus enemigos de Egipto.




Características del estado tinita
Conocemos muy poco de la administración del estado tinita.
Se trataba de una administración muy jerarquizada, conde los cargos más importantes recaían sobre los allegados al rey. El gobierno y la administración eran controlados directamente por el rey.
Respecto a la administración provincial, se caracterizaba por la importancia del nomo y del comarca.
Se excavaban canales de irrigación y se organizaba su conservación. También existían tribunales de justicia.




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