miércoles, 9 de diciembre de 2015

EL PRIMER PERÍODO INTERMEDIO EN EGIPTO

EL PRIMER PERÍODO INTERMEDIO EN EGIPTO


Heracleópolis y la ascensión de Tebas

Este periodo comprende de la VII a la XI dinastía, y se caracteriza por la fragmentación política que sufrió Egipto con el final de la VI dinastía.

Hay numerosas fuentes de información, las que nos demuestran que la situación no fue tan catastrófica, siendo un interesante período de la historia de Egipto.

Independientemente de la crisis política, en este período se establecen las bases de concepciones que perdurarán toda la historia, como la idea del faraón como "buen pastor", como un gobernante cercano a los problemas de la sociedad.

Incluso respecto a la "exclusividad" funeraria, hubo cambios, dándose una democratización funeraria, donde todos tenían derecho a un más allá.

El marco geográfico de Egipto también se ve modificado, no con enemigos poderosos, pero sí para tener en cuenta.

Se producen numerosos cambios, que se ven reflejados en las composiciones literarias.

Historiográficamente, estas dinastías han sido una época oscura, un período de transición, una experiencia traumática para Egipto, al no haber un poder centralizado y fuerte.

Además, la existencia de tensiones internas entre Heracléopolis y Tebas, terminó en la XI dinastía, con la unificación de Egipto bajo mando tebano.

Entrando en cada etapa, se inicia el Primer Período Intermedio, con la VI dinastía que, según Manetón, estaba compuesta por 70 reyes que gobernaron 70 días. Sería una exageración, pero que nos da idea de la desintegración política de Egipto. Se conocen sólo el nombre de algunos reyes.

En la VIII dinastía los faraones sólo controlaban las fronteras de Menfis. Se le atribuyen diecisiete faraones, aunque no se sabe quiénes fueron.

Mientras, en el resto del país, los nomarcas actuaban como reyes independientes, sin proclamarse faraones, aunque con numerosos privilegios por parte del faraón, posiblemente a cambio de su colaboración.

Las dinastías IX y X son llamadas heracleopolitanas, con capital en Heracleópolis Magna.

El tránsito no fue violento, sólo unos reyes reemplazaron a la dinastía menfita.

De la dinastía IX solo nos han llegado algunos nombres.

La X dinastía comenzó con Neferkare.

Otro rey importante fue Merikare, hacia el que fueron dirigidas las primeras Instrucciones Reales. Esto nos da una idea de la posición de la realeza, que hasta era aconsejada.

En esta época, Heracleópolis y Tebas estaban en un período de estabilidad y ausencia de conflictos.

Merikare es aconsejado para que refuerce las fronteras del norte, frente a la llegada de los asiáticos.

En política interior, se le aconseja que respete a los nobles, posiblemente por la necesidad de tenerlos como aliados en los nomos, frente a la amenaza de Tebas.

Ambas dinastías coexistían con los poderes provinciales.

Se inició un período de luchas entre las dinastías de Tebas y Heracleópolis, que culminó con la unificación de Egipto bajo el poder de Tebas. Su rey, Mentuhotep II, saqueó y destruyó Heracleópolis y sus necrópolis.

Restauró al visir y estableció su capital en Tebas. Aquí termina el primer período intermedio, dominado por la inestabilidad política y la convivencia de dos dinastías y unos poderes locales.

Marta Pérez (Akesha)


No hay comentarios:

Publicar un comentario