Blog de EGIPTODREAMS, con el objetivo de acercar la Egiptología al gran público. Trabajando desde 2.002.
jueves, 31 de diciembre de 2015
"Momias, Testigos del Pasado"
Aquí os dejo una presentación de fotografías de la exposición "Momias, Testigos del Pasado", en el Parque de las Ciencias de Granada. Una parte de la exposición se centra en el análisis de la momia de Otzi, aunque también podemos encontrar momias de distintas procedencias, y una sala específica de momias egipcias. Os publico algunas de las fotografías que realicé en la zona egipcia, que es la que nos interesa. Espero que os guste.
miércoles, 30 de diciembre de 2015
La economía en el Reino Nuevo
La economía en el Reino Nuevo
Los problemas económicos del imperio Nuevo comenzaron con los enormes gastos ocasionados por el culto a Atón y la corte real de Amarna.
Al no haber campañas ni conquistas, tampoco se ingresaban botines ni tributos.
Además, la pérdida del imperio asiático produjo un duro golpe a la economía.
La ruina de los Templos de Amón hizo que aumentara el desempleo, aunque no se produjeron revueltas, ya que el ejército apoyaba al faraón.
Sin embargo, el clero de Amón y la aristocracia sí organizaban complots e insurrecciones contra el rey, pero eran rápidamente sofocadas por el ejército.
Ya en la dinastía XIX se produce una crisis económica, ya que los recursos no llegaban al faraón, sino al templo de Amón, por lo que el Gran Sacerdote manejaba las finanzas.
Al mismo tiempo, se corta el suministro de plata por la caída de los hititas, se pasa a la edad de hierro, y les faltan recursos para comprar el hierro.
La situación económica se agrava y se produce una inflación en tiempos de Ramsés II
En tiempos de Ramsés IV es una familia del alto Egipto la que ocupa los cargos de cobrador de impuestos y de Gran sacerdote de Amón.
Toda esta situación ocasiona una época de miseria, produciéndose levantamientos al final de la dinastía XX:
A la muerte de Ramsés XI, Egipto quedó dividido en el Norte, con capital en Tanis, y el Sur, con capital en Tebas.
Marta Pérez (Akesha)
Los problemas económicos del imperio Nuevo comenzaron con los enormes gastos ocasionados por el culto a Atón y la corte real de Amarna.
Al no haber campañas ni conquistas, tampoco se ingresaban botines ni tributos.
Además, la pérdida del imperio asiático produjo un duro golpe a la economía.
La ruina de los Templos de Amón hizo que aumentara el desempleo, aunque no se produjeron revueltas, ya que el ejército apoyaba al faraón.
Sin embargo, el clero de Amón y la aristocracia sí organizaban complots e insurrecciones contra el rey, pero eran rápidamente sofocadas por el ejército.
Ya en la dinastía XIX se produce una crisis económica, ya que los recursos no llegaban al faraón, sino al templo de Amón, por lo que el Gran Sacerdote manejaba las finanzas.
Al mismo tiempo, se corta el suministro de plata por la caída de los hititas, se pasa a la edad de hierro, y les faltan recursos para comprar el hierro.
La situación económica se agrava y se produce una inflación en tiempos de Ramsés II
En tiempos de Ramsés IV es una familia del alto Egipto la que ocupa los cargos de cobrador de impuestos y de Gran sacerdote de Amón.
Toda esta situación ocasiona una época de miseria, produciéndose levantamientos al final de la dinastía XX:
A la muerte de Ramsés XI, Egipto quedó dividido en el Norte, con capital en Tanis, y el Sur, con capital en Tebas.
Marta Pérez (Akesha)
martes, 29 de diciembre de 2015
La organización del Estado en el Reino Nuevo
La organización del Estado en el Reino Nuevo
En cuanto al faraón, hay que destacar dos elementos, la legitimidad y la amplitud de poderes.
La legitimidad venía por el carácter divino que se transmitía por vía maternal. Este carácter divino venía del deseo de Amón, por lo que era frecuente que el Gran Sacerdote de Amón eligiera al rey.
Ya al final de la dinastía, el poder real se iba debilitando por lo que algunos sacerdotes llegaron a sustituir a los reyes.
En principio, todos los poderes estaban en manos del faraón, pero la amplitud del estado hizo necesaria también la amplitud de poderes hacia los altos funcionarios, que dirigían la administración y el ejército, a cuya cabeza estaba un representante de la familia real.
La política de conquista condujo a la creación de un ejército profesional, formado por egipcios y mercenarios procedentes de otras regiones.
Frecuentemente, los mandos del ejército se hacían cargo del botín y los premios, lo que dio origen a una aristocracia militar. Era tan importante, que algunos de los jefes del ejército llegaron a ser generales.
Marta Pérez (Akesha)
En cuanto al faraón, hay que destacar dos elementos, la legitimidad y la amplitud de poderes.
La legitimidad venía por el carácter divino que se transmitía por vía maternal. Este carácter divino venía del deseo de Amón, por lo que era frecuente que el Gran Sacerdote de Amón eligiera al rey.
Ya al final de la dinastía, el poder real se iba debilitando por lo que algunos sacerdotes llegaron a sustituir a los reyes.
En principio, todos los poderes estaban en manos del faraón, pero la amplitud del estado hizo necesaria también la amplitud de poderes hacia los altos funcionarios, que dirigían la administración y el ejército, a cuya cabeza estaba un representante de la familia real.
La política de conquista condujo a la creación de un ejército profesional, formado por egipcios y mercenarios procedentes de otras regiones.
Frecuentemente, los mandos del ejército se hacían cargo del botín y los premios, lo que dio origen a una aristocracia militar. Era tan importante, que algunos de los jefes del ejército llegaron a ser generales.
Marta Pérez (Akesha)
Amón
lunes, 28 de diciembre de 2015
La XX dinastía; Ramsés III y sus sucesores
La XX dinastía; Ramsés III y sus sucesores
El faraón más importante de la XX dinastía es Ramsés III. De su reinado destaca la construcción de su templo funerario en Medinet Abu, en cuyos muros se representan las victorias que, supuestamente, obtuvo sobre sus enemigos, los Pueblos del Mar, a quien Ramsés III derrota en el 8º año de su reinado.
Frenó a los Pueblos del Mar, en la primera batalla naval de Egipto, posiblemente cerca del Delta. Esto indica que las fronteras de Egipto estaban amenazadas y había que defenderlas de invasiones.
A pesar de las victorias, Egipto seguía perdiendo posesiones, reduciendo su imperio al mínimo.
Realmente, las grandes victorias reseñadas por Ramsés III en su templo, se correspondería con pequeñas victorias sobre diversas entidades menores.
Se trató de pequeños pueblos, algunos de ellos que participaban en actos mercenarios o piratas, a los que Ramsés III se refiere como "confederación".
Respecto a los problemas interiores, tuvo que hacer frente a las "Conspiración del harén", en que algunos de sus familiares intentaron asesinarlo, y no se sabe aún si lo consiguieron.
Esta inestabilidad política se extiende a la economía, con unas subidas de precios que ocasionaron disturbios y hambre. Esto provocó que los obreros de Deir el-Medinah no cobraran su salario, y fueran a la primera huelga de la historia.
La situación también está documentada en el Papiro Harris, del reinado de Ramsés IV, que nos informa de la situación del campo y del país en general.
A la muerte de Ramsés III, la situación se deteriora definitivamente, sucediéndose usurpadores y reyes efímeros.
Se produjeron luchas de poder dentro de la familia real y se abandonaron las expediciones fuera del país.
EL último faraón fue Ramsés XI, que destruyó al Gran Sacerdote Amenhotep, poniendo en su puesto a Herihor.
En el Bajo Egipto ascendió Smendes, volviéndose a producir la división de poder entre el Alto y Bajo Egipto. Finaliza así el Reino Nuevo.
Marta Pérez (Akesha)
El faraón más importante de la XX dinastía es Ramsés III. De su reinado destaca la construcción de su templo funerario en Medinet Abu, en cuyos muros se representan las victorias que, supuestamente, obtuvo sobre sus enemigos, los Pueblos del Mar, a quien Ramsés III derrota en el 8º año de su reinado.
Frenó a los Pueblos del Mar, en la primera batalla naval de Egipto, posiblemente cerca del Delta. Esto indica que las fronteras de Egipto estaban amenazadas y había que defenderlas de invasiones.
A pesar de las victorias, Egipto seguía perdiendo posesiones, reduciendo su imperio al mínimo.
Realmente, las grandes victorias reseñadas por Ramsés III en su templo, se correspondería con pequeñas victorias sobre diversas entidades menores.
Se trató de pequeños pueblos, algunos de ellos que participaban en actos mercenarios o piratas, a los que Ramsés III se refiere como "confederación".
Respecto a los problemas interiores, tuvo que hacer frente a las "Conspiración del harén", en que algunos de sus familiares intentaron asesinarlo, y no se sabe aún si lo consiguieron.
Esta inestabilidad política se extiende a la economía, con unas subidas de precios que ocasionaron disturbios y hambre. Esto provocó que los obreros de Deir el-Medinah no cobraran su salario, y fueran a la primera huelga de la historia.
La situación también está documentada en el Papiro Harris, del reinado de Ramsés IV, que nos informa de la situación del campo y del país en general.
A la muerte de Ramsés III, la situación se deteriora definitivamente, sucediéndose usurpadores y reyes efímeros.
Se produjeron luchas de poder dentro de la familia real y se abandonaron las expediciones fuera del país.
EL último faraón fue Ramsés XI, que destruyó al Gran Sacerdote Amenhotep, poniendo en su puesto a Herihor.
En el Bajo Egipto ascendió Smendes, volviéndose a producir la división de poder entre el Alto y Bajo Egipto. Finaliza así el Reino Nuevo.
Marta Pérez (Akesha)
domingo, 27 de diciembre de 2015
Ramsés II y la Batalla de Kadesh
Ramsés II y la Batalla de Kadesh
El reinado de Ramsés II representa el último apogeo de Egipto, ya que a partir del mismo, Egipto irá perdiendo su imperio, y se sumirá en una crisis política y económica.
Es el principal candidato a ser faraón del Éxodo, construyendo una nueva capital en Pi-Ramsés.
En la primera parte de su reinado, se llevó a cabo una importante política exterior, teniendo que hacer frente en el año 2 a los Pueblos del Mar, que integraría como mercenarios del ejército egipcio.
En el año 5, se enfrentó a los hititas en la Batalla de Kadesh, hecho que Ramsés II grabó por todas partes, en templos y estelas.
Se presentó como el gran vencedor, aunque la realidad es que Ramsés II logró salvar a su ejército de un gran desastre, mientras que los hititas se dedicaban al saqueo.
Logró retirar a su ejército ante la superioridad hitita. El resultado de la batalla fue incierto.
Egipto se benefició de lo que rodeaba al imperio hitita, amenazado por Asiria, Anatolia y pueblos de las montañas, que obligó a Hatti a sellar la paz con Egipto.
Al mismo tiempo, Egipto estaba amenazado pro poblaciones libias, y el reino de Moab.
Con todos estos problemas, Ramsés II y Hattusilis III firmaron la paz, contemplando la extradición de refugiados políticos, Quedaría sellado con el matrimonio de Ramsés II con dos princesas hititas, comenzando una gran actividad diplomática, reseñada en los archivos hititas.
Ramsés II comenzó la construcción de una nueva ciudad en Pi-Ramsés, cerca de Avaris, capital de los hiksos.
La construcción de esta ciudad es una de las principales pruebas para identificar a Ramsés II como el faraón del Éxodo, al ser Pi-Ramsés citada en el relato bíblico. De momento, no hay documentación egipcia que lo corrobore.
Tras asegurar el control de las fronteras, Ramsés II comenzó una gran actividad constructora, que extendió hasta Nubia. Utilizó materiales de monumentos de faraones anteriores.
Construyó los Templos de Abu-Simbel, la tumba de Nefertari, grandes ampliaciones en Karnak, el Ramesseum y un largo etcétera.
Su reinado fue muy largo y tuvo muchos hijos, varios de los cuales murieron antes que su padre, planteando un problema sucesorio.
Lo sucedió Merenptah, que tuvo que hacer frente a grandes problemas exteriores.
Marta Pérez (Akesha)
El reinado de Ramsés II representa el último apogeo de Egipto, ya que a partir del mismo, Egipto irá perdiendo su imperio, y se sumirá en una crisis política y económica.
Es el principal candidato a ser faraón del Éxodo, construyendo una nueva capital en Pi-Ramsés.
En la primera parte de su reinado, se llevó a cabo una importante política exterior, teniendo que hacer frente en el año 2 a los Pueblos del Mar, que integraría como mercenarios del ejército egipcio.
En el año 5, se enfrentó a los hititas en la Batalla de Kadesh, hecho que Ramsés II grabó por todas partes, en templos y estelas.
Se presentó como el gran vencedor, aunque la realidad es que Ramsés II logró salvar a su ejército de un gran desastre, mientras que los hititas se dedicaban al saqueo.
Logró retirar a su ejército ante la superioridad hitita. El resultado de la batalla fue incierto.
Egipto se benefició de lo que rodeaba al imperio hitita, amenazado por Asiria, Anatolia y pueblos de las montañas, que obligó a Hatti a sellar la paz con Egipto.
Al mismo tiempo, Egipto estaba amenazado pro poblaciones libias, y el reino de Moab.
Con todos estos problemas, Ramsés II y Hattusilis III firmaron la paz, contemplando la extradición de refugiados políticos, Quedaría sellado con el matrimonio de Ramsés II con dos princesas hititas, comenzando una gran actividad diplomática, reseñada en los archivos hititas.
Ramsés II comenzó la construcción de una nueva ciudad en Pi-Ramsés, cerca de Avaris, capital de los hiksos.
La construcción de esta ciudad es una de las principales pruebas para identificar a Ramsés II como el faraón del Éxodo, al ser Pi-Ramsés citada en el relato bíblico. De momento, no hay documentación egipcia que lo corrobore.
Tras asegurar el control de las fronteras, Ramsés II comenzó una gran actividad constructora, que extendió hasta Nubia. Utilizó materiales de monumentos de faraones anteriores.
Construyó los Templos de Abu-Simbel, la tumba de Nefertari, grandes ampliaciones en Karnak, el Ramesseum y un largo etcétera.
Su reinado fue muy largo y tuvo muchos hijos, varios de los cuales murieron antes que su padre, planteando un problema sucesorio.
Lo sucedió Merenptah, que tuvo que hacer frente a grandes problemas exteriores.
Marta Pérez (Akesha)
sábado, 26 de diciembre de 2015
La XIX dinastía: los primeros ramésidas
La XIX dinastía: los primeros ramésidas
La XIX dinastía se inicia con Ramsés I, que pertenecía a una familia de militares.
Estos faraones desarrollaron una activa política militar, haciéndose representar en carro de combate y derrotando a los enemigos.
Amón dirige al faraón en el combate, por lo que adquiere aún más importancia en esta época.
En la dinastía anterior la guerra había sido de expansión, pero en la XIX dinastía, el objetivo es de defensa respecto a los enemigos cercanos y a las incursiones de los libios.
Estos faraones encontraron su principal apoyo en el ejército, intentando limitar el poder del clero de Amón, potenciando otros cultos.
Esta dinastía gobernó Egipto después de la Reforma de Akhenaton y las restauraciones posteriores.
Al contrario que potenciar el papel del faraón como intermediario con la divinidad, aumenta el culto más personal, una relación del pueblo directa con los dioses. Es lo que se llamó la "piedad personal.
La XVIII dinastía terminó con Horemheb que, al no tener herederos, asoció al trono a un militar, que adoptaría dicho nombre de Ramsés I. Su reinado fue muy breve, sin tiempo para desarrollar una política exterior o interior (duró menos de un año). Del mismo destaca su actividad constructora en Abydos. Asoció el trono a Seti I.
Seti I tuvo que continuar la actividad militar en Siria-Palestina, llegando a Kadesh, así como una campaña contra los libios.
Es representado en el campo de batalla, luchando junto al resto del ejército, en vez de golpeando a los enemigos como era costumbre.
Seti I legitimó el derecho de su familia a reinar, representándose junto a su hijo Ramsés II, presentando sus respetos a los antepasados reales. Como consecuencia, nació la Lista Real de Abydos, donde no consta ni Hatshepsut, ni los reye de la época de Amarna.
Este reinado preparó el camino a Ramsés II, fortaleciendo a Egipto para el enfrentamiento con los hititas.
Marta Pérez (Akesha)
La XIX dinastía se inicia con Ramsés I, que pertenecía a una familia de militares.
Estos faraones desarrollaron una activa política militar, haciéndose representar en carro de combate y derrotando a los enemigos.
Amón dirige al faraón en el combate, por lo que adquiere aún más importancia en esta época.
En la dinastía anterior la guerra había sido de expansión, pero en la XIX dinastía, el objetivo es de defensa respecto a los enemigos cercanos y a las incursiones de los libios.
Estos faraones encontraron su principal apoyo en el ejército, intentando limitar el poder del clero de Amón, potenciando otros cultos.
Esta dinastía gobernó Egipto después de la Reforma de Akhenaton y las restauraciones posteriores.
Al contrario que potenciar el papel del faraón como intermediario con la divinidad, aumenta el culto más personal, una relación del pueblo directa con los dioses. Es lo que se llamó la "piedad personal.
La XVIII dinastía terminó con Horemheb que, al no tener herederos, asoció al trono a un militar, que adoptaría dicho nombre de Ramsés I. Su reinado fue muy breve, sin tiempo para desarrollar una política exterior o interior (duró menos de un año). Del mismo destaca su actividad constructora en Abydos. Asoció el trono a Seti I.
Seti I tuvo que continuar la actividad militar en Siria-Palestina, llegando a Kadesh, así como una campaña contra los libios.
Es representado en el campo de batalla, luchando junto al resto del ejército, en vez de golpeando a los enemigos como era costumbre.
Seti I legitimó el derecho de su familia a reinar, representándose junto a su hijo Ramsés II, presentando sus respetos a los antepasados reales. Como consecuencia, nació la Lista Real de Abydos, donde no consta ni Hatshepsut, ni los reye de la época de Amarna.
Este reinado preparó el camino a Ramsés II, fortaleciendo a Egipto para el enfrentamiento con los hititas.
Marta Pérez (Akesha)
Templo de Seti I en Abydos
viernes, 25 de diciembre de 2015
REINO NUEVO: La XIX dinastía: los primeros ramésidas
REINO NUEVO: La XIX dinastía: los primeros ramésidas
La XIX dinastía se inicia con Ramsés I, que pertenecía a una familia de militares.
Estos faraones desarrollaron una activa política militar, haciéndose representar en carro de combate y derrotando a los enemigos.
Amón dirige al faraón en el combate, por lo que adquiere aún más importancia en esta época.
En la dinastía anterior la guerra había sido de expansión, pero en la XIX dinastía, el objetivo es de defensa respecto a los enemigos cercanos y a las incursiones de los libios.
Estos faraones encontraron su principal apoyo en el ejército, intentando limitar el poder del clero de Amón, potenciando otros cultos.
Esta dinastía gobernó Egipto después de la Reforma de Akhenaton y las restauraciones posteriores.
Al contrario que potenciar el papel del faraón como intermediario con la divinidad, aumenta el culto más personal, una relación del pueblo directa con los dioses. Es lo que se llamó la "piedad personal".
La XVIII dinastía terminó con Horemheb que, al no tener herederos, asoció al trono a un militar, que adoptaría dicho nombre de Ramsés I. Su reinado fue muy breve, sin tiempo para desarrollar una política exterior o interior (duró menos de un año). Del mismo destaca su actividad constructora en Abydos. Asoció el trono a Seti I.
Seti I tuvo que continuar la actividad militar en Siria-Palestina, llegando a Kadesh, así como una campaña contra los libios.
Es representado en el campo de batalla, luchando junto al resto del ejército, en vez de golpeando a los enemigos como era costumbre.
Seti I legitimó el derecho de su familia a reinar, representándose junto a su hijo Ramsés II, presentando sus respetos a los antepasados reales. Como consecuencia, nació la Lista Real de Abydos, donde no consta ni Hatshepsut, ni los reye de la época de Amarna.
Este reinado preparó el camino a Ramsés II, fortaleciendo a Egipto para el enfrentamiento con los hititas.
Marta Pérez (Akesha)
La XIX dinastía se inicia con Ramsés I, que pertenecía a una familia de militares.
Estos faraones desarrollaron una activa política militar, haciéndose representar en carro de combate y derrotando a los enemigos.
Amón dirige al faraón en el combate, por lo que adquiere aún más importancia en esta época.
En la dinastía anterior la guerra había sido de expansión, pero en la XIX dinastía, el objetivo es de defensa respecto a los enemigos cercanos y a las incursiones de los libios.
Estos faraones encontraron su principal apoyo en el ejército, intentando limitar el poder del clero de Amón, potenciando otros cultos.
Esta dinastía gobernó Egipto después de la Reforma de Akhenaton y las restauraciones posteriores.
Al contrario que potenciar el papel del faraón como intermediario con la divinidad, aumenta el culto más personal, una relación del pueblo directa con los dioses. Es lo que se llamó la "piedad personal".
La XVIII dinastía terminó con Horemheb que, al no tener herederos, asoció al trono a un militar, que adoptaría dicho nombre de Ramsés I. Su reinado fue muy breve, sin tiempo para desarrollar una política exterior o interior (duró menos de un año). Del mismo destaca su actividad constructora en Abydos. Asoció el trono a Seti I.
Seti I tuvo que continuar la actividad militar en Siria-Palestina, llegando a Kadesh, así como una campaña contra los libios.
Es representado en el campo de batalla, luchando junto al resto del ejército, en vez de golpeando a los enemigos como era costumbre.
Seti I legitimó el derecho de su familia a reinar, representándose junto a su hijo Ramsés II, presentando sus respetos a los antepasados reales. Como consecuencia, nació la Lista Real de Abydos, donde no consta ni Hatshepsut, ni los reye de la época de Amarna.
Este reinado preparó el camino a Ramsés II, fortaleciendo a Egipto para el enfrentamiento con los hititas.
Marta Pérez (Akesha)
Viaje a las tres nuevas tumbas de Egipto
Un interesante vídeo publicado por "EL MUNDO", que nos transporta al Antiguo Egipto, a través de la visita virtual a tres nuevas tumbas, de altos funcionarios de la XVIII Dinastía. Pulsad sobre el enlace y os llevará al vídeo.
Viaje a las tres nuevas tumbas de Egipto
Viaje a las tres nuevas tumbas de Egipto
Fragmento de Estela de Amarna con portadores de ofrendas.
Fragmento de Estela con portadores de ofrendas, frutas y flores, encontrado en Amarna, y que actualmente se expone en el maravilloso, aunque poco conocido Museo Petrie, de Londres, un lugar imprescindible para visitar.
jueves, 24 de diciembre de 2015
La restauración del clero de Amón y el fin de la dinastía
REINO NUEVO: La restauración del clero de Amón y el fin de la dinastía
Tras la muerte de Smenkhare llegó al trono de Egipto Tutankhamon, posiblemente familiar de Akhenaton.
Reabrió el templo de Amón en Tebas, reanudando las obras y proclamando su Decreto de Restauración, restableciendo los antiguos cultos.
Amón recupera su importancia, el clero su influencia y los templos sus recursos económicos.
Murió muy joven, a los 18 años, lo que sumió a Egipto en una crisis de poder. No se sabe si murió asesinado o no. A su muerte, su esposa Ankhesenamon, escribió al rey hitita, Suppiluliuma I, pidiéndole a uno de sus hijos como marido y rey de Egipto. Este rey se lo concedió, pero fue asesinado por el camino. En ese momento comenzaron los conflictos entre Egipto y Hatti.
Mientras tanto, Ay ascendió al trono, pudiéndose haber casado con la viuda del rey. Su reinado sólo duró cuatro años.
Tomó el mando Horemheb, general del ejército que no pertenecía la familia real.
Promulgó el decreto de su nombre, en el que se describe la mala situación de Egipto, con una administración corrupta.
En el reto del Mediterráneo, también se estaban produciendo importantes cambios.
Se han hallado pruebas de que, ni durante el reinado de Akhenaton se dejaron de mantener relaciones internacionales.
Termina un período de Egipto muy rápido, tanto en sus reformas como en su vuelta a lo anterior. Fue borrado todo resto de Akhenaton y destruidos sus monumentos. Desapareció de las Listas Reales.
Marta Pérez (Akesha)
Tras la muerte de Smenkhare llegó al trono de Egipto Tutankhamon, posiblemente familiar de Akhenaton.
Reabrió el templo de Amón en Tebas, reanudando las obras y proclamando su Decreto de Restauración, restableciendo los antiguos cultos.
Amón recupera su importancia, el clero su influencia y los templos sus recursos económicos.
Murió muy joven, a los 18 años, lo que sumió a Egipto en una crisis de poder. No se sabe si murió asesinado o no. A su muerte, su esposa Ankhesenamon, escribió al rey hitita, Suppiluliuma I, pidiéndole a uno de sus hijos como marido y rey de Egipto. Este rey se lo concedió, pero fue asesinado por el camino. En ese momento comenzaron los conflictos entre Egipto y Hatti.
Mientras tanto, Ay ascendió al trono, pudiéndose haber casado con la viuda del rey. Su reinado sólo duró cuatro años.
Tomó el mando Horemheb, general del ejército que no pertenecía la familia real.
Promulgó el decreto de su nombre, en el que se describe la mala situación de Egipto, con una administración corrupta.
En el reto del Mediterráneo, también se estaban produciendo importantes cambios.
Se han hallado pruebas de que, ni durante el reinado de Akhenaton se dejaron de mantener relaciones internacionales.
Termina un período de Egipto muy rápido, tanto en sus reformas como en su vuelta a lo anterior. Fue borrado todo resto de Akhenaton y destruidos sus monumentos. Desapareció de las Listas Reales.
Marta Pérez (Akesha)
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Incrustación de cabeza amarniense en Museo Petrie
Maravilloso fragmento de una incrustación de cabeza de Akhenaton o Nefertiti, procedente de Amarna, que se encuentra en la colección del Museo Petrie de Londres.
© Marta Pérez
REINO NUEVO: Amenhotep IV (Akhenaton) y la reforma religiosa
REINO NUEVO: Amenhotep IV (Akhenaton) y la reforma religiosa
Amenhotep IV creció durante el reinado de su padre, Amenhotep III, viviendo el esplendor de Egipto y una época de paz.
Akhenaton solo realizó una campaña en Nubia.
Aún existe debate sobre si existió corregencia o no con su padre, y de cuánto duraría. De haberla habido, su reinado en solitario se habría reducido a 5 años, lo cual es podo probable. Además, no hay pruebas de esta corregencia.
El heredero al trono, su hermano Tutmosis, murió antes que su padre. Para su coronación, Akhenaton ya estaba casado con Nefertiti, mujer muy influyente en este rey.
En el año 3 del reinado hay un cambio en la arquitectura, y en el arte en general, comenzándose a usar el nombre de Atón, y escribiéndolo en dos cartuchos, como si fuera el rey.
Algunas de las principales características de este reinado fueron la importancia de Atón sobre otras divinidades, la importancia de Nefertiti en la participación en los ritos, y el papel del ejército.
Comenzó a construir su tumba en el Valle de los reyes, realizó unos colosos de aspecto andrógino, que llevó a pensar que se trataba de un rey enfermo, y comenzó a construir templos a Atón. Estos templos eran abiertos, desde los que se pudiera ver el disco solar.
Debido a la presión del clero de Amón, se decidió a construir una nueva ciudad, Akhetaton, el horizonte de Atón.
En el quinto año de su reinado, se cambió el nombre de Amenhotep a Akhenaton, y en el sexto se trasladó a la nueva capital. Rodeó la ciudad de estelas fronterizas, que delimitaban la ciudad, y en las que explicaba su decisión de crear la ciudad.
LA ciudad estuvo ocupada durante muy pocos años. Se trataba de un a ciudad muy ordenada, con grandes avenidas y espacios abiertos para jardines y estanques.
Estaba dividida en tres partes: la ciudad norte, la ciudad central y la ciudad sur. En los alrededores estaba la villa de los trabajadores.
Toda la vida de la ciudad dependía de la familia real, que era intermediaria entre el disco solar y el pueblo, formando una triada.
Akhenaton había clausurado los templos de Amón y prohibido su culto. Pero la religión popular seguiría teniendo sus ideas y tradiciones.
La persecución no fue para todos los diose, por lo que no se puede hablar de un monoteísmo.
Todos los cambios de Akhenaton no son producto de una mente enferma, sino, posiblemente, su único error fue hacerlo todo demasiado rápido.
Respecto a su calificación de "pacifista", no tiene razón de se. Su padre no realizó ninguna campaña. Él, sin embargo, realizó una a Nubia.
En el año 12 de su reinado muere se hija, además de desaparecer Nefertiti de las fuentes, y empezar a recibir embajadores en el palacio de Amarna.
En el año 17 de su reinado muere, subiendo al trono Smenkhare, un personaje desconocido del que no se sabe realmente su origen.
Lo sucedió Tutankhamon, quien restableció el orden.
Marta Pérez (Akesha)
Amenhotep IV creció durante el reinado de su padre, Amenhotep III, viviendo el esplendor de Egipto y una época de paz.
Akhenaton solo realizó una campaña en Nubia.
Aún existe debate sobre si existió corregencia o no con su padre, y de cuánto duraría. De haberla habido, su reinado en solitario se habría reducido a 5 años, lo cual es podo probable. Además, no hay pruebas de esta corregencia.
El heredero al trono, su hermano Tutmosis, murió antes que su padre. Para su coronación, Akhenaton ya estaba casado con Nefertiti, mujer muy influyente en este rey.
En el año 3 del reinado hay un cambio en la arquitectura, y en el arte en general, comenzándose a usar el nombre de Atón, y escribiéndolo en dos cartuchos, como si fuera el rey.
Algunas de las principales características de este reinado fueron la importancia de Atón sobre otras divinidades, la importancia de Nefertiti en la participación en los ritos, y el papel del ejército.
Comenzó a construir su tumba en el Valle de los reyes, realizó unos colosos de aspecto andrógino, que llevó a pensar que se trataba de un rey enfermo, y comenzó a construir templos a Atón. Estos templos eran abiertos, desde los que se pudiera ver el disco solar.
Debido a la presión del clero de Amón, se decidió a construir una nueva ciudad, Akhetaton, el horizonte de Atón.
En el quinto año de su reinado, se cambió el nombre de Amenhotep a Akhenaton, y en el sexto se trasladó a la nueva capital. Rodeó la ciudad de estelas fronterizas, que delimitaban la ciudad, y en las que explicaba su decisión de crear la ciudad.
LA ciudad estuvo ocupada durante muy pocos años. Se trataba de un a ciudad muy ordenada, con grandes avenidas y espacios abiertos para jardines y estanques.
Estaba dividida en tres partes: la ciudad norte, la ciudad central y la ciudad sur. En los alrededores estaba la villa de los trabajadores.
Toda la vida de la ciudad dependía de la familia real, que era intermediaria entre el disco solar y el pueblo, formando una triada.
Akhenaton había clausurado los templos de Amón y prohibido su culto. Pero la religión popular seguiría teniendo sus ideas y tradiciones.
La persecución no fue para todos los diose, por lo que no se puede hablar de un monoteísmo.
Todos los cambios de Akhenaton no son producto de una mente enferma, sino, posiblemente, su único error fue hacerlo todo demasiado rápido.
Respecto a su calificación de "pacifista", no tiene razón de se. Su padre no realizó ninguna campaña. Él, sin embargo, realizó una a Nubia.
En el año 12 de su reinado muere se hija, además de desaparecer Nefertiti de las fuentes, y empezar a recibir embajadores en el palacio de Amarna.
En el año 17 de su reinado muere, subiendo al trono Smenkhare, un personaje desconocido del que no se sabe realmente su origen.
Lo sucedió Tutankhamon, quien restableció el orden.
Marta Pérez (Akesha)
martes, 22 de diciembre de 2015
Fragmento de Estela de Amarna en Museo Petrie
Fotografía de un magnífico fragmento de Estela encontrada en Amarna, perteneciente a la colección del Museo Petrie en Londres,
© Marta Pérez
CURSOS DE EGIPTOLOGÍA EN MÁLAGA
Por fín, a partir del 22 de Febrero de 2016, volveremos a contar en La Térmica, de Málaga, con los profesores Francisco Martín Valentín y Teresa Bedman, del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, con los Cursos de Egiptología que vienen impartiendo en Málaga desde hace varios años, y que van creciendo en número de alumnos en cada edición.
En esta ocasión, comienzan con dos interesantísimos cursos que nos transportarán hasta el lugar y la época de los faraones de Egipto:
1. Historia del antiguo Egipto
Del 22 al 26 de febrero de 2016
Sala 117-2 de 16:30 a 20:30 horas
2. La Religión del Aton: causas y consecuencias
Del 7 al 11 de marzo de 2016
Sala 117-2 de 16:30 a 20:30 horas
Más información y reserva de plazas (limitadas) en: http://www.latermicamalaga.com/curso-de-egiptologia-6/
En esta ocasión, comienzan con dos interesantísimos cursos que nos transportarán hasta el lugar y la época de los faraones de Egipto:
1. Historia del antiguo Egipto
Del 22 al 26 de febrero de 2016
Sala 117-2 de 16:30 a 20:30 horas
2. La Religión del Aton: causas y consecuencias
Del 7 al 11 de marzo de 2016
Sala 117-2 de 16:30 a 20:30 horas
Más información y reserva de plazas (limitadas) en: http://www.latermicamalaga.com/curso-de-egiptologia-6/
Reino Nuevo: Amenhotep III y el apogeo de la dinastía XVIII
REINO NUEVO: Amenhotep III y el apogeo de la dinastía XVIII
El reinado de Amenhotep III se caracterizó por la prosperidad y la estabilidad, con un período de paz en que no tuvo que realizar ninguna campaña.
Se dedicó a la actividad constructora, y puso las bases para la reforma de Akhenaton, su hijo.
De su reinado se conservan las obras de Luxor con las escenas de su nacimiento divino.
Construyó un templo de Nubia, dedicado a su esposa Tiye, que participaba en las ceremonias religiosas junto a su esposa. Así mostraba a la familia real como divina.
Destacan también los escarabeos conmemorativos en los que expresa matrimonios y actos políticos.
En definitiva, realizó numerosas construcciones que nos han llegado en muy mal estado, como su templo funerario, del que sólo quedan los colosos (llamados de Memnon).
El comercio y sus relaciones internacionales fueron muy importantes. En algunas de sus estatuas hay inscripciones con referencia al Egeo o Micenas, y se ha hallado abundante cerámica micénica que trata de su reinado.
Se han encontrado numerosas cartas en el archivo de Tell el-Amarna, de contenido diplomático.
Además, continuó la política de matrimonios diplomáticos, realizando numerosas alianzas con los países vecinos.
Las diosas Sekhmet, datadas de su reinado, vinculadas a la guerra y a las enfermedades, pudieron ser fabricadas como protección contra una epidemia de peste.
Con esto llegamos al reinado de Amenhotep IV, Akhenaton.
Marta Pérez (Akesha)
El reinado de Amenhotep III se caracterizó por la prosperidad y la estabilidad, con un período de paz en que no tuvo que realizar ninguna campaña.
Se dedicó a la actividad constructora, y puso las bases para la reforma de Akhenaton, su hijo.
De su reinado se conservan las obras de Luxor con las escenas de su nacimiento divino.
Construyó un templo de Nubia, dedicado a su esposa Tiye, que participaba en las ceremonias religiosas junto a su esposa. Así mostraba a la familia real como divina.
Destacan también los escarabeos conmemorativos en los que expresa matrimonios y actos políticos.
En definitiva, realizó numerosas construcciones que nos han llegado en muy mal estado, como su templo funerario, del que sólo quedan los colosos (llamados de Memnon).
El comercio y sus relaciones internacionales fueron muy importantes. En algunas de sus estatuas hay inscripciones con referencia al Egeo o Micenas, y se ha hallado abundante cerámica micénica que trata de su reinado.
Se han encontrado numerosas cartas en el archivo de Tell el-Amarna, de contenido diplomático.
Además, continuó la política de matrimonios diplomáticos, realizando numerosas alianzas con los países vecinos.
Las diosas Sekhmet, datadas de su reinado, vinculadas a la guerra y a las enfermedades, pudieron ser fabricadas como protección contra una epidemia de peste.
Con esto llegamos al reinado de Amenhotep IV, Akhenaton.
Marta Pérez (Akesha)
lunes, 21 de diciembre de 2015
Reino Nuevo: Hatshepsut y Tutmosis III
REINO NUEVO:
Hatshepsut y Tutmosis III
Hatshepsut actuaba como regente de Tutmosis III, ya que éste era menor de edad para asumir el trono. Poco después, asumió eta mujer el título de faraón de Egipto.
Su reinado fue pacífico, ayudado porque no existían conflictos en esa época, a pesar de que se le achacó a que una mujer no podía dirigir el ejército, Asca y todo, realizó una importante expedición al País de Punt, descrita en su templo de Deir el-Bahari.
Esta expedición es el reflejo de la necesidad que Egipto tenía de conseguir ciertos productos
Hatshepsut actúa como un faraón, e intenta legitimar su derecho a reinar, incluso cuando Tutmosis III se hace mayor de edad. Por un lado, alega su supuesta corregencia con Tutmosis II. Por otro, relata su "nacimiento divino", engendrada por Amón, en su templo funerario. Por último, grabó en el templo de Karnak cómo su padre la reconocía como rey y solicitaba la bendición de los dioses tebanos.
Hatshepsut se rodeó de personajes muy importantes:
• Hapuseneb, gran sacerdote de Amón, que la apoyaba.
• Nesehy, que dirigió la expedición a Punt.
• Senenmut, un personaje muy especial, arquitecto y consejero, y posible amante de la reina.
Durante el reinado de Hatshepsut, se produjo un período de paz y estabilidad, sin amenazas externas. Esto le permitió realizar una importante política constructiva, durante sus veinte años de reinado, que culminaría con su templo en Deir El-Bahari.
En tiempos de Ramsés II se borró todo resto de su memoria, incluso eliminándola de las Listas Reales.
La sucedió Tutmosis III, n faraón guerrero que tuvo que comenzar su reinado haciendo frente a una coalición de 330 príncipes de Siria-Palestina, encabezada pro Kadesh y apoyada pro Mitanni, a la cual venció, conquistando muchas ciudades. Tutmosis III realizó muchas campañas más, hasta llegar a su guerra contra Mitanni.
Continuó conquistando tierras, pero era difícil controlar lugares tan lejanos, Por ello, firmó un tratado con Mitanni, por el cual delimitaban sus áreas de influencia.
En resumen, en el reinado de Tutmosis III se pasa de expediciones cuya finalidad era sufocar revueltas o cobrar tributos, a grandes conquistas, que exigían un mayor control de la administración.
Para ello se recurría a los matrimonios diplomáticos, así como a la educación de los príncipes para "egipcianizarlos".
Administrativamente dividió el territorio en tres grandes provincias, regidas por gobernadores:
• Canaán, administrada desde Gaza.
• Amurru, desde Simurru.
• Apu, administrada por Kumidu.
Así, Egipto, comenzó a entrar en las dinámicas de política y comercio del Mediterráneo, lo que llevó a un período de paz y prosperidad.
Respecto a la debatida persecución de la memoria de Hatshepsut, según los últimos trabajos, pudo deberse simplemente a una reutilización de los materiales para su actividad constructora, ya al final de su reinado.
Su sucesor fue Amenhotep II, ejemplo de rey atleta. Realizó campañas militares en Siria, y llegó hasta Kadesh, teniendo a Mitanni como su principal problema.
Se habla de cifras exageradas de prisioneros en estas campañas, pudiendo ser debido a que sometían ciudades y se referían al total de sus habitantes.
Derrotó a los Shasu y a los hapiru (población marginal peligrosa).
Fue sucedido por Tutmosis IV, que intensificó sus relaciones con Mitanni, así como se casó con una princesa hitita. Comenzó un largo período de paz en toda la zona. Egipto aumentó, entonces, su actividad constructora, y mejoró los intercambios comerciales.
Aumentó la importancia de Menfis como centro político y administrativo, y Tebas quedó como ciudad religiosa, necrópolis, lugar de ofrendas, y festivales.
Marta Pérez (Akesha)
Hatshepsut y Tutmosis III
Hatshepsut actuaba como regente de Tutmosis III, ya que éste era menor de edad para asumir el trono. Poco después, asumió eta mujer el título de faraón de Egipto.
Su reinado fue pacífico, ayudado porque no existían conflictos en esa época, a pesar de que se le achacó a que una mujer no podía dirigir el ejército, Asca y todo, realizó una importante expedición al País de Punt, descrita en su templo de Deir el-Bahari.
Esta expedición es el reflejo de la necesidad que Egipto tenía de conseguir ciertos productos
Hatshepsut actúa como un faraón, e intenta legitimar su derecho a reinar, incluso cuando Tutmosis III se hace mayor de edad. Por un lado, alega su supuesta corregencia con Tutmosis II. Por otro, relata su "nacimiento divino", engendrada por Amón, en su templo funerario. Por último, grabó en el templo de Karnak cómo su padre la reconocía como rey y solicitaba la bendición de los dioses tebanos.
Hatshepsut se rodeó de personajes muy importantes:
• Hapuseneb, gran sacerdote de Amón, que la apoyaba.
• Nesehy, que dirigió la expedición a Punt.
• Senenmut, un personaje muy especial, arquitecto y consejero, y posible amante de la reina.
Durante el reinado de Hatshepsut, se produjo un período de paz y estabilidad, sin amenazas externas. Esto le permitió realizar una importante política constructiva, durante sus veinte años de reinado, que culminaría con su templo en Deir El-Bahari.
En tiempos de Ramsés II se borró todo resto de su memoria, incluso eliminándola de las Listas Reales.
La sucedió Tutmosis III, n faraón guerrero que tuvo que comenzar su reinado haciendo frente a una coalición de 330 príncipes de Siria-Palestina, encabezada pro Kadesh y apoyada pro Mitanni, a la cual venció, conquistando muchas ciudades. Tutmosis III realizó muchas campañas más, hasta llegar a su guerra contra Mitanni.
Continuó conquistando tierras, pero era difícil controlar lugares tan lejanos, Por ello, firmó un tratado con Mitanni, por el cual delimitaban sus áreas de influencia.
En resumen, en el reinado de Tutmosis III se pasa de expediciones cuya finalidad era sufocar revueltas o cobrar tributos, a grandes conquistas, que exigían un mayor control de la administración.
Para ello se recurría a los matrimonios diplomáticos, así como a la educación de los príncipes para "egipcianizarlos".
Administrativamente dividió el territorio en tres grandes provincias, regidas por gobernadores:
• Canaán, administrada desde Gaza.
• Amurru, desde Simurru.
• Apu, administrada por Kumidu.
Así, Egipto, comenzó a entrar en las dinámicas de política y comercio del Mediterráneo, lo que llevó a un período de paz y prosperidad.
Respecto a la debatida persecución de la memoria de Hatshepsut, según los últimos trabajos, pudo deberse simplemente a una reutilización de los materiales para su actividad constructora, ya al final de su reinado.
Su sucesor fue Amenhotep II, ejemplo de rey atleta. Realizó campañas militares en Siria, y llegó hasta Kadesh, teniendo a Mitanni como su principal problema.
Se habla de cifras exageradas de prisioneros en estas campañas, pudiendo ser debido a que sometían ciudades y se referían al total de sus habitantes.
Derrotó a los Shasu y a los hapiru (población marginal peligrosa).
Fue sucedido por Tutmosis IV, que intensificó sus relaciones con Mitanni, así como se casó con una princesa hitita. Comenzó un largo período de paz en toda la zona. Egipto aumentó, entonces, su actividad constructora, y mejoró los intercambios comerciales.
Aumentó la importancia de Menfis como centro político y administrativo, y Tebas quedó como ciudad religiosa, necrópolis, lugar de ofrendas, y festivales.
Marta Pérez (Akesha)
domingo, 20 de diciembre de 2015
El Reino Nuevo: Ahmosis y los comienzos de la XVIII dinastía
El Reino Nuevo
Ahmosis y los comienzos de la XVIII dinastía
La XVIII dinastía es una de las más conocidas de la historia de Egipto. En ella, y hasta la XXI , los faraones extienden sus fronteras a Siria, Palestina y Nubia, creando un gran imperio.
Comienza con Ahmosis, que, tras la conquista de Avaris, acabó con la dominación de los hicsos, e inició una expansión a Nubia y Siria-Palestina.
La campaña siria-palestina podría haber ocurrido por el deseo de borrar los restos del pasado, cuando los hicsos dominaban Egipto, y por ello los persiguieron y destruyeron sus centros de gobierno.
En Nubia, realizó tres campañas, acabando con el reino de Kush.
Fue una política exterior agresiva, que abrió las puertas para la creación de un imperio, aunque lo hizo a base de pequeñas batallas, no de grandes campañas. Las únicas fuentes para conocer estos datos son las biografías de algunos soldados que relatan estas campañas.
Otra característica del reinado de Ahmose, es que sienta las bases para la importancia que va a tener la mujer respecto al faraón, en el Reino Nuevo.
En su caso, destacan su abuela Tetisheri, su madre Ahotep y su esposa Ahmes-Nefertari.
Respecto a la política constructiva, se dedicó a la construcción y restauración de templos, especialmente el templo de Amón en Karnak.
Su sucesor fue Amenhotep I, cuyo reinado fue muy pacífico, realizando sólo una campaña en Palestina, para afianzar el control.
Continuó con la política de construcción de Ahmose, y fue el primer faraón en separar su tumba de su templo. Se conocen también, de esta época, las primeras composiciones del libro del Amduat, donde se describe el viaje del sol por el inframundo hasta renacer cada mañana.
Le sucedió Tutmosis I, que legitimó el acceso al trono casándose con Ahmose, hemana de Amenhotep I, naciendo de esta unión Hatshepsut.
Tutmosis I comenzó a dar la imagen de faraón guerreo, que extiende las fronteras de Egipto hasta límites nuevos.
Realizó numerosas cacerías, que simbolizaban el domino sobre el medio conquistado.
Su sucesor, Tutmosis II, afirmó el control de Egipto en Nubia. Al morir, y siendo el futuro Tutmosis II menor de edad, lo sucedió en regencia Hatshepsut.
Marta Pérez (Akesha)
Ahmosis y los comienzos de la XVIII dinastía
La XVIII dinastía es una de las más conocidas de la historia de Egipto. En ella, y hasta la XXI , los faraones extienden sus fronteras a Siria, Palestina y Nubia, creando un gran imperio.
Comienza con Ahmosis, que, tras la conquista de Avaris, acabó con la dominación de los hicsos, e inició una expansión a Nubia y Siria-Palestina.
La campaña siria-palestina podría haber ocurrido por el deseo de borrar los restos del pasado, cuando los hicsos dominaban Egipto, y por ello los persiguieron y destruyeron sus centros de gobierno.
En Nubia, realizó tres campañas, acabando con el reino de Kush.
Fue una política exterior agresiva, que abrió las puertas para la creación de un imperio, aunque lo hizo a base de pequeñas batallas, no de grandes campañas. Las únicas fuentes para conocer estos datos son las biografías de algunos soldados que relatan estas campañas.
Otra característica del reinado de Ahmose, es que sienta las bases para la importancia que va a tener la mujer respecto al faraón, en el Reino Nuevo.
En su caso, destacan su abuela Tetisheri, su madre Ahotep y su esposa Ahmes-Nefertari.
Respecto a la política constructiva, se dedicó a la construcción y restauración de templos, especialmente el templo de Amón en Karnak.
Su sucesor fue Amenhotep I, cuyo reinado fue muy pacífico, realizando sólo una campaña en Palestina, para afianzar el control.
Continuó con la política de construcción de Ahmose, y fue el primer faraón en separar su tumba de su templo. Se conocen también, de esta época, las primeras composiciones del libro del Amduat, donde se describe el viaje del sol por el inframundo hasta renacer cada mañana.
Le sucedió Tutmosis I, que legitimó el acceso al trono casándose con Ahmose, hemana de Amenhotep I, naciendo de esta unión Hatshepsut.
Tutmosis I comenzó a dar la imagen de faraón guerreo, que extiende las fronteras de Egipto hasta límites nuevos.
Realizó numerosas cacerías, que simbolizaban el domino sobre el medio conquistado.
Su sucesor, Tutmosis II, afirmó el control de Egipto en Nubia. Al morir, y siendo el futuro Tutmosis II menor de edad, lo sucedió en regencia Hatshepsut.
Marta Pérez (Akesha)
sábado, 19 de diciembre de 2015
La dinastía XVII, paralela a las hicsas
La dinastía XVII, paralela a las hicsas
Los hicsos no llegaron más allá de Menfis, siendo Tebas la principal ciudad del Alto Egipto, y dando inicio a la XVII dinastía.
Esta estuvo gobernada por reyes que conocemos poco, pero que no tenían malas relaciones con los hicsos.
Durante el reinado de Ta-Sequenenre pudieron empezar los problemas con los hicsos, hecho avalado por la aparición de su momia con heridas por hacha.
Kamose continuó con las acciones militares, pero murió pronto, siendo sucedido por Ahmose, que conquistó Avaris y sentó las bases de la XVIII dinastía.
Se conocen dos estelas en Karnak que hablan sobre la "guerra de liberación"
Kamose organizó el primero consejo militar de la historia de Egipto, en el que reunió a sus nobles y seguidores, proponiéndoles una acción militar contra los hicsos. Los consejeros no estaban de acuerdo, pero Kamose inició un ataque, con el que llegó a Avaris, aunque sin conquistarla.
Capturó, sin embargo, varios barcos y productos, que nos dan idea de la gran actividad comercial hicsa.
AL morir, lo sucedió Ahmose, que tuvo que esperar a su mayoría de edad para seguir con las guerras que expulsarán a los hicsos.
Respecto a la dominación hicsa, se han aportado otras interpretaciones según las últimas investigaciones. Una de ellas quiere relacionar el final de Avaris con la explosión del volcán Tera, en Santorini, hecho presente en fuentes como el papiro Rhind o un texto del templo de Karnak, en que se habla de una gran nube de polvo, y se hace referencia a una epidemia, posiblemente la peste.
Incluso, en las excavaciones de Avaris se han descubierto restos de piedra volcánica en los niveles arqueológicos que coinciden con la fecha de su destrucción. Se deduce, pues, que a Ahmose le debió costar poco conquistar la ciudad.
Marta Pérez (Akesha)
Los hicsos no llegaron más allá de Menfis, siendo Tebas la principal ciudad del Alto Egipto, y dando inicio a la XVII dinastía.
Esta estuvo gobernada por reyes que conocemos poco, pero que no tenían malas relaciones con los hicsos.
Durante el reinado de Ta-Sequenenre pudieron empezar los problemas con los hicsos, hecho avalado por la aparición de su momia con heridas por hacha.
Kamose continuó con las acciones militares, pero murió pronto, siendo sucedido por Ahmose, que conquistó Avaris y sentó las bases de la XVIII dinastía.
Se conocen dos estelas en Karnak que hablan sobre la "guerra de liberación"
Kamose organizó el primero consejo militar de la historia de Egipto, en el que reunió a sus nobles y seguidores, proponiéndoles una acción militar contra los hicsos. Los consejeros no estaban de acuerdo, pero Kamose inició un ataque, con el que llegó a Avaris, aunque sin conquistarla.
Capturó, sin embargo, varios barcos y productos, que nos dan idea de la gran actividad comercial hicsa.
AL morir, lo sucedió Ahmose, que tuvo que esperar a su mayoría de edad para seguir con las guerras que expulsarán a los hicsos.
Respecto a la dominación hicsa, se han aportado otras interpretaciones según las últimas investigaciones. Una de ellas quiere relacionar el final de Avaris con la explosión del volcán Tera, en Santorini, hecho presente en fuentes como el papiro Rhind o un texto del templo de Karnak, en que se habla de una gran nube de polvo, y se hace referencia a una epidemia, posiblemente la peste.
Incluso, en las excavaciones de Avaris se han descubierto restos de piedra volcánica en los niveles arqueológicos que coinciden con la fecha de su destrucción. Se deduce, pues, que a Ahmose le debió costar poco conquistar la ciudad.
Marta Pérez (Akesha)
viernes, 18 de diciembre de 2015
EL SEGUNDO PERÍODO INTERMEDIO: Dinastías Hicsas
EL SEGUNDO PERÍODO INTERMEDIO
La decadencia del Reino Medio y la caída de la XII dinastía
Durante el reinado del penúltimo rey de la dinastía XII, Amenemhat IV, comienza a decaer la prosperidad de Egipto en este período.
Le sucede su esposa o hermana Nefrusobek, iniciándose un rápido declive cuyas consecuencias se reflejarán en la XIII dinastía que según las fuentes, tendrá 70 reyes en 150 años, y que terminará con la descomposición del país y la aparición de la dinastía hicsas.
La XIII dinastía y sus innovaciones
Durante mucho tiempo se consideró a los hicsos como invasores, ya que solo se tenían en cuenta las fuentes egipcias. Se les consideró irrespetuosos con las tradiciones egipcias.
Pero los últimos descubrimientos hechos en Avaris, capital hicsa de Egipto, ha modificado la historia de este período.
Se trata de menos de un siglo en que se interpreta que todo lo que viene de fuera de Egipto es una amenaza.
Las excavaciones actuales han puesto de manifiesto la importancia de tener en cuenta lo que pasaba fuera, para comprender mejor la civilización egipcia.
Los hicsos no llegaron de forma violenta ni destructiva, sino de forma pacífica, frecuentemente apoyados por las autoridades egipcias, que se beneficiaban de sus conocimientos militares, tecnológicos y comerciales. Ellos introdujeron el carro de combate y el arco compuesto.
Se sabe, por su cultura material, que no eran hurritas, pero hay dudas de hasta dónde alcanzó su influencia, si controlaron sólo el Delta o se extendieron.
Actualmente se piensa que se quedaron en el Delta, perviviendo en el Alto Egipto las dinastías indígenas, como la tebana.
La XII dinastía terminó de pronto con Nefrusobek.
La XIII dinastía, poco conocida, contó con más de 50 reyes, con personas de muy variada procedencia.
La XIV dinastía, según Manetón, estuvo compuesta por 76 reyes en 184 años.
Neferhotep I y Sobekhotep IV (dinastía XIII)
Neferhotep I era un personaje de origen plebeyo, que tuvo un largo reinado, con el momento culminante de la XII dinastía.
Según la documentación de la época, la autoridad se ejercía aún en Biblos, y alcanzaba la primera catarata.
Su sucesor fue su hermano Sobekhotep IV, durante cuyo reinado, el gobierno estuvo en manos del visir Iymeru, miembro de la familia de Anju, visir, el personaje más importante de la XIII dinastía.
La dominación hicsa, dinastías XV y XVI
Los reyes hicsos más importantes constituyeron la XV dinastía, o de los "grandes hicsos", formada por seis reyes que reinaron 108 años.
También existieron los "pequeños hicsos", cuyos nombres no fueron conocidos, y que fueron agrupados por Manetón en la XVI dinastía, en parte contemporánea de la XV.
No se sabe exactamente su procedencia, aunque se les relaciona con Siria-Palestina, pudiendo estar su origen en Biblos.
El imperio Hicso abarcaba Egipto y Palestina, estando su capital en Avaris, en el Delta.
Estos hicsos estaban acostumbrados a una vida urbana, que conocía la metalurgia, las rutas comerciales y tenían conocimientos militares, aportando el carro de combate.
Este uso del carro por parte de los egipcios, se volvió con el tiempo contra los hicsos.
Llevaron nombres semitas, en especial cananeos, adoptando los nombres egipcios casi al final de la dinastía.
Aportaron sus conocimientos, costumbres y creencias al pueblo egipcio.
Sabemos poco de los primeros reyes hicsos de la XV dinastía Su fundador fue Salitis, y su sucesor Jacob-her, quienes mantuvieron bajo vasallaje a los últimos reyes de la XVI dinastía y a los primeros de la XVII.
El primer rey hykso bien conocido fue el sucesor de Jacob-her, Jyan, que contaba con una amplia red de relaciones comerciales internacionales.
Su sucesor, Apofis I, reinó más de 40 años. Sostuvo buenas relaciones con los vasallos de la XVII dinastía tebana, casando a su hija con un miembro de la familia real tebana.
En su reinado, se siguió desarrollando el comercio exterior.
Durante el final de su reinado, comenzaron los problemas que desencadenarían la guerra de liberación contra los hicsos.
Marta Pérez (Akesha)
La decadencia del Reino Medio y la caída de la XII dinastía
Durante el reinado del penúltimo rey de la dinastía XII, Amenemhat IV, comienza a decaer la prosperidad de Egipto en este período.
Le sucede su esposa o hermana Nefrusobek, iniciándose un rápido declive cuyas consecuencias se reflejarán en la XIII dinastía que según las fuentes, tendrá 70 reyes en 150 años, y que terminará con la descomposición del país y la aparición de la dinastía hicsas.
La XIII dinastía y sus innovaciones
Durante mucho tiempo se consideró a los hicsos como invasores, ya que solo se tenían en cuenta las fuentes egipcias. Se les consideró irrespetuosos con las tradiciones egipcias.
Pero los últimos descubrimientos hechos en Avaris, capital hicsa de Egipto, ha modificado la historia de este período.
Se trata de menos de un siglo en que se interpreta que todo lo que viene de fuera de Egipto es una amenaza.
Las excavaciones actuales han puesto de manifiesto la importancia de tener en cuenta lo que pasaba fuera, para comprender mejor la civilización egipcia.
Los hicsos no llegaron de forma violenta ni destructiva, sino de forma pacífica, frecuentemente apoyados por las autoridades egipcias, que se beneficiaban de sus conocimientos militares, tecnológicos y comerciales. Ellos introdujeron el carro de combate y el arco compuesto.
Se sabe, por su cultura material, que no eran hurritas, pero hay dudas de hasta dónde alcanzó su influencia, si controlaron sólo el Delta o se extendieron.
Actualmente se piensa que se quedaron en el Delta, perviviendo en el Alto Egipto las dinastías indígenas, como la tebana.
La XII dinastía terminó de pronto con Nefrusobek.
La XIII dinastía, poco conocida, contó con más de 50 reyes, con personas de muy variada procedencia.
La XIV dinastía, según Manetón, estuvo compuesta por 76 reyes en 184 años.
Neferhotep I y Sobekhotep IV (dinastía XIII)
Neferhotep I era un personaje de origen plebeyo, que tuvo un largo reinado, con el momento culminante de la XII dinastía.
Según la documentación de la época, la autoridad se ejercía aún en Biblos, y alcanzaba la primera catarata.
Su sucesor fue su hermano Sobekhotep IV, durante cuyo reinado, el gobierno estuvo en manos del visir Iymeru, miembro de la familia de Anju, visir, el personaje más importante de la XIII dinastía.
La dominación hicsa, dinastías XV y XVI
Los reyes hicsos más importantes constituyeron la XV dinastía, o de los "grandes hicsos", formada por seis reyes que reinaron 108 años.
También existieron los "pequeños hicsos", cuyos nombres no fueron conocidos, y que fueron agrupados por Manetón en la XVI dinastía, en parte contemporánea de la XV.
No se sabe exactamente su procedencia, aunque se les relaciona con Siria-Palestina, pudiendo estar su origen en Biblos.
El imperio Hicso abarcaba Egipto y Palestina, estando su capital en Avaris, en el Delta.
Estos hicsos estaban acostumbrados a una vida urbana, que conocía la metalurgia, las rutas comerciales y tenían conocimientos militares, aportando el carro de combate.
Este uso del carro por parte de los egipcios, se volvió con el tiempo contra los hicsos.
Llevaron nombres semitas, en especial cananeos, adoptando los nombres egipcios casi al final de la dinastía.
Aportaron sus conocimientos, costumbres y creencias al pueblo egipcio.
Sabemos poco de los primeros reyes hicsos de la XV dinastía Su fundador fue Salitis, y su sucesor Jacob-her, quienes mantuvieron bajo vasallaje a los últimos reyes de la XVI dinastía y a los primeros de la XVII.
El primer rey hykso bien conocido fue el sucesor de Jacob-her, Jyan, que contaba con una amplia red de relaciones comerciales internacionales.
Su sucesor, Apofis I, reinó más de 40 años. Sostuvo buenas relaciones con los vasallos de la XVII dinastía tebana, casando a su hija con un miembro de la familia real tebana.
En su reinado, se siguió desarrollando el comercio exterior.
Durante el final de su reinado, comenzaron los problemas que desencadenarían la guerra de liberación contra los hicsos.
Marta Pérez (Akesha)
La civilización egipcia y la organización del estado durante el reino medio
La civilización egipcia y la organización del estado durante el reino medio
A pesar de su brevedad, de sólo dos siglos y medio, el imperio medio fue una época muy importante.
Desde el punto de vista de la civilización, es una superación del imperio antiguo, haciéndose más equilibrada y clásica y menos exagerada y colosal.
Aunque las estructuras sociales y administrativas han cambiado poco respecto al imperio antiguo, las reformas administrativas de la XII dinastía son decisivas para reformas posteriores.
Las reformas económicas de la dinastía XII beneficiaron a toda la sociedad egipcia.
Egipto siguió siendo gobernado por faraones durante el reino medio, aunque ya no estaban divinizados.
Ya no es solo el rey el encargado de mantener el orden, la Maat , sino toda la comunidad, pudiendo aspirar todos a la vida eterna.
Además, el rey ya no tiene que rendir cuentas sólo a los dioses, sino también a todo el pueblo.
De todos modos, el rey se considera elegido por los dioses para realizar sus acciones, con el fin de poder legitimar sus actos.
Todos los cambios constantes de esta civilización se reflejan en su literatura en obras como el Ciudadano Elocuente, las Instrucciones de Merikare, Sinuhe el egipcio o la Sátira de los oficios.
Marta Pérez (Akesha)
A pesar de su brevedad, de sólo dos siglos y medio, el imperio medio fue una época muy importante.
Desde el punto de vista de la civilización, es una superación del imperio antiguo, haciéndose más equilibrada y clásica y menos exagerada y colosal.
Aunque las estructuras sociales y administrativas han cambiado poco respecto al imperio antiguo, las reformas administrativas de la XII dinastía son decisivas para reformas posteriores.
Las reformas económicas de la dinastía XII beneficiaron a toda la sociedad egipcia.
Egipto siguió siendo gobernado por faraones durante el reino medio, aunque ya no estaban divinizados.
Ya no es solo el rey el encargado de mantener el orden, la Maat , sino toda la comunidad, pudiendo aspirar todos a la vida eterna.
Además, el rey ya no tiene que rendir cuentas sólo a los dioses, sino también a todo el pueblo.
De todos modos, el rey se considera elegido por los dioses para realizar sus acciones, con el fin de poder legitimar sus actos.
Todos los cambios constantes de esta civilización se reflejan en su literatura en obras como el Ciudadano Elocuente, las Instrucciones de Merikare, Sinuhe el egipcio o la Sátira de los oficios.
Marta Pérez (Akesha)
domingo, 13 de diciembre de 2015
Las relaciones internacionales en el Reino Medio
Las relaciones internacionales en el Reino Medio
Respecto a la política exterior, Mentuhotep II puso las bases para que Egipto recuperara las áreas de influencia del Sinaí y Nubia.
Pero en esta época, la política exterior no se entiende desde el punto de vista militar, sino como de relaciones comerciales.
Su principal esfuerzo lo realiza en Nubia, controlando el acceso tanto a través del Nilo como a través de los oasis.
Estos intercambios comerciales requerían una organización, una marina, y unas infraestructuras.
Se empezaron a construir fortalezas que dieran seguridad a las caravanas comerciales, aunque pronto se convirtieron en zonas de intercambio, debido a la inexistencia de peligros.
Estas fortalezas desaparecieron bajo la presa de Assuan.
Nubia era una región estratégica por sus productos.
Respecto a la relación con Palestina, tuvo que prestar especial atención a las fronteras y estar atento a cualquier cambio, ya que el primer período intermedio ya se había producido la infiltración de asiáticos en el Delta.
Durante mucho tiempo se ha discutido si Egipto llegó a crear un imperio en la región, peroles documentos revelan sólo unas buenas relaciones comerciales, aunque sin presencia egipcia en dichas zonas.
Es un período en que Egipto comienza a ser conocido en el exterior, y en el que este país comienza a formar parte de los circuitos comerciales del Mediterráneo.
Marta Pérez (Akesha)
Respecto a la política exterior, Mentuhotep II puso las bases para que Egipto recuperara las áreas de influencia del Sinaí y Nubia.
Pero en esta época, la política exterior no se entiende desde el punto de vista militar, sino como de relaciones comerciales.
Su principal esfuerzo lo realiza en Nubia, controlando el acceso tanto a través del Nilo como a través de los oasis.
Estos intercambios comerciales requerían una organización, una marina, y unas infraestructuras.
Se empezaron a construir fortalezas que dieran seguridad a las caravanas comerciales, aunque pronto se convirtieron en zonas de intercambio, debido a la inexistencia de peligros.
Estas fortalezas desaparecieron bajo la presa de Assuan.
Nubia era una región estratégica por sus productos.
Respecto a la relación con Palestina, tuvo que prestar especial atención a las fronteras y estar atento a cualquier cambio, ya que el primer período intermedio ya se había producido la infiltración de asiáticos en el Delta.
Durante mucho tiempo se ha discutido si Egipto llegó a crear un imperio en la región, peroles documentos revelan sólo unas buenas relaciones comerciales, aunque sin presencia egipcia en dichas zonas.
Es un período en que Egipto comienza a ser conocido en el exterior, y en el que este país comienza a formar parte de los circuitos comerciales del Mediterráneo.
Marta Pérez (Akesha)
La dinastía XII: Sesostris III
Sesostris III y el apogeo del reino medio
Durante su reinado se completó el dominio de Nubia, y el establecimiento de fortalezas para asegurar el tráfico comercial.
En política interior, tuvo que acabar con las tensiones que causaban las familias aristocráticas. Para ello eliminó el cargo de visir, y creó res unidades administrativas llamadas Uaret, una para el Alto Egipto, otra para el Bajo Egipto y otra para Nubia. Desaparece el título de nomarca y aparecen los alcaldes.
Al morir el penúltimo rey, Amenemhat IV, la prosperidad de Egipto comenzó a decaer, lo sucedió su hermana o esposa Nefrusobek, terminando con esta dinastía.
Durante la XII dinastía se suceden 70 reyes en 150 años, según fuentes. Se trata de un proceso de descomposición que terminará con la dinastía de los hiksos, un pueblo cananeo, que gobernarán durante el II período intermedio.
Marta Pérez (Akesha)
Durante su reinado se completó el dominio de Nubia, y el establecimiento de fortalezas para asegurar el tráfico comercial.
En política interior, tuvo que acabar con las tensiones que causaban las familias aristocráticas. Para ello eliminó el cargo de visir, y creó res unidades administrativas llamadas Uaret, una para el Alto Egipto, otra para el Bajo Egipto y otra para Nubia. Desaparece el título de nomarca y aparecen los alcaldes.
Al morir el penúltimo rey, Amenemhat IV, la prosperidad de Egipto comenzó a decaer, lo sucedió su hermana o esposa Nefrusobek, terminando con esta dinastía.
Durante la XII dinastía se suceden 70 reyes en 150 años, según fuentes. Se trata de un proceso de descomposición que terminará con la dinastía de los hiksos, un pueblo cananeo, que gobernarán durante el II período intermedio.
Marta Pérez (Akesha)
sábado, 12 de diciembre de 2015
La dinastía XII: Amenemhat I y sus sucesores
La dinastía XII: Amenemhat I y sus sucesores
El origen de Amenemhat I es confuso, siendo, probablemente, visir. Su ascenso fue apoyado por los nomarcas a quienes Mentuhotep II quitaba poder.
A pesar de intentar presentarse como un restaurador del orden, la situación era inestable, y tuvo que trasladar la capital a Itj-tawi, cerca de Menfis, con el fin de explotar el oasis del Fayum.
Este rey reorganizó el sistema político y administrativo, como un modelo híbrido entre centralizado y feudal.
Nombró un gobernador que lo sustituiría en Tebas. Asoció su trono a su sucesor Sesostris I. Murió asesinado.
Lo sucedió Sesostris I, quien comenzó su reinado con muchas complicaciones, como se deduce del cuento de Sinuhe a las instituciones de Amenemhat.
Sesostris I tuvo un largo reinado, en el que consiguió estabilidad interna, y durante el que desarrolló gran actividad constructora por todo Egipto.
En política exterior, continuó extendiéndose hasta Nubia, y consolidó la seguridad de las rutas comerciales.
Su sucesor fue Amenemhat II y a éste lo sucedió Sesostris II. Ambos reyes siguieron con la misma política de sus predecesores. En el caso del segundo, emprendió unos trabajos hidráulicos y la construcción de una presa.
Lo sucedió el principal faraón de la dinastía XII: Sesostris III.
Marta Pérez (Akesha)
El origen de Amenemhat I es confuso, siendo, probablemente, visir. Su ascenso fue apoyado por los nomarcas a quienes Mentuhotep II quitaba poder.
A pesar de intentar presentarse como un restaurador del orden, la situación era inestable, y tuvo que trasladar la capital a Itj-tawi, cerca de Menfis, con el fin de explotar el oasis del Fayum.
Este rey reorganizó el sistema político y administrativo, como un modelo híbrido entre centralizado y feudal.
Nombró un gobernador que lo sustituiría en Tebas. Asoció su trono a su sucesor Sesostris I. Murió asesinado.
Lo sucedió Sesostris I, quien comenzó su reinado con muchas complicaciones, como se deduce del cuento de Sinuhe a las instituciones de Amenemhat.
Sesostris I tuvo un largo reinado, en el que consiguió estabilidad interna, y durante el que desarrolló gran actividad constructora por todo Egipto.
En política exterior, continuó extendiéndose hasta Nubia, y consolidó la seguridad de las rutas comerciales.
Su sucesor fue Amenemhat II y a éste lo sucedió Sesostris II. Ambos reyes siguieron con la misma política de sus predecesores. En el caso del segundo, emprendió unos trabajos hidráulicos y la construcción de una presa.
Lo sucedió el principal faraón de la dinastía XII: Sesostris III.
Marta Pérez (Akesha)
miércoles, 9 de diciembre de 2015
La nueva reunificación de Egipto y la hegemonía de Tebas con la XI dinastía: los Mentuhotep
EL REINO MEDIO
La nueva reunificación de Egipto y la hegemonía de Tebas con la XI dinastía: los Mentuhotep
El fundador del Reino Medio fue Mentuhotep II, rey de la XI dinastía tebana, sucesor de los Antef.
Se trata de una etapa considerada clásica, en que todas las manifestaciones alcanzan su forma ideal.
Mentuhotep II fue el unificador de Egipto, tras un período de luchas en el primer período intermedio.
Tuvo que limitar el poder de algunas familias provinciales, respetando aquellas que le habían dado su apoyo en el conflicto de Heracleópolis. También intentó recuperar el control sobre la Baja Nubia , y parar la penetración de los asiáticos por el Delta.
En política interior, reorganizó la administración, convirtiendo a Tebas en la capital. Nos han quedado restos de su templo funerario en Deir El Bahari.
Su sucesor fue Mentuhotep III, que continuó su política de reorganización con las rutas comerciales incluyendo expediciones al País de Punt. En este reinado hubo tensiones internas, posiblemente por el hecho que la reunificación tuvo carácter militar.
Su sucesor fue Mentuhotep IV, posiblemente un usurpador, ya que su nombre no figura en el Canon de Turín, pero sí el período de siete años, sin citar ningún nombre.
Su reinado acabó en disturbios por parte de las familias aristocráticas, sucediéndole Amenemhat I, e iniciándose la XII dinastía.
Marta Pérez (Akesha)
La nueva reunificación de Egipto y la hegemonía de Tebas con la XI dinastía: los Mentuhotep
El fundador del Reino Medio fue Mentuhotep II, rey de la XI dinastía tebana, sucesor de los Antef.
Se trata de una etapa considerada clásica, en que todas las manifestaciones alcanzan su forma ideal.
Mentuhotep II fue el unificador de Egipto, tras un período de luchas en el primer período intermedio.
Tuvo que limitar el poder de algunas familias provinciales, respetando aquellas que le habían dado su apoyo en el conflicto de Heracleópolis. También intentó recuperar el control sobre la Baja Nubia , y parar la penetración de los asiáticos por el Delta.
En política interior, reorganizó la administración, convirtiendo a Tebas en la capital. Nos han quedado restos de su templo funerario en Deir El Bahari.
Su sucesor fue Mentuhotep III, que continuó su política de reorganización con las rutas comerciales incluyendo expediciones al País de Punt. En este reinado hubo tensiones internas, posiblemente por el hecho que la reunificación tuvo carácter militar.
Su sucesor fue Mentuhotep IV, posiblemente un usurpador, ya que su nombre no figura en el Canon de Turín, pero sí el período de siete años, sin citar ningún nombre.
Su reinado acabó en disturbios por parte de las familias aristocráticas, sucediéndole Amenemhat I, e iniciándose la XII dinastía.
Marta Pérez (Akesha)
EL PRIMER PERÍODO INTERMEDIO EN EGIPTO
EL PRIMER PERÍODO INTERMEDIO EN EGIPTO
Heracleópolis y la ascensión de Tebas
Este periodo comprende de la VII a la XI dinastía, y se caracteriza por la fragmentación política que sufrió Egipto con el final de la VI dinastía.
Hay numerosas fuentes de información, las que nos demuestran que la situación no fue tan catastrófica, siendo un interesante período de la historia de Egipto.
Independientemente de la crisis política, en este período se establecen las bases de concepciones que perdurarán toda la historia, como la idea del faraón como "buen pastor", como un gobernante cercano a los problemas de la sociedad.
Incluso respecto a la "exclusividad" funeraria, hubo cambios, dándose una democratización funeraria, donde todos tenían derecho a un más allá.
El marco geográfico de Egipto también se ve modificado, no con enemigos poderosos, pero sí para tener en cuenta.
Se producen numerosos cambios, que se ven reflejados en las composiciones literarias.
Historiográficamente, estas dinastías han sido una época oscura, un período de transición, una experiencia traumática para Egipto, al no haber un poder centralizado y fuerte.
Además, la existencia de tensiones internas entre Heracléopolis y Tebas, terminó en la XI dinastía, con la unificación de Egipto bajo mando tebano.
Entrando en cada etapa, se inicia el Primer Período Intermedio, con la VI dinastía que, según Manetón, estaba compuesta por 70 reyes que gobernaron 70 días. Sería una exageración, pero que nos da idea de la desintegración política de Egipto. Se conocen sólo el nombre de algunos reyes.
En la VIII dinastía los faraones sólo controlaban las fronteras de Menfis. Se le atribuyen diecisiete faraones, aunque no se sabe quiénes fueron.
Mientras, en el resto del país, los nomarcas actuaban como reyes independientes, sin proclamarse faraones, aunque con numerosos privilegios por parte del faraón, posiblemente a cambio de su colaboración.
Las dinastías IX y X son llamadas heracleopolitanas, con capital en Heracleópolis Magna.
El tránsito no fue violento, sólo unos reyes reemplazaron a la dinastía menfita.
De la dinastía IX solo nos han llegado algunos nombres.
La X dinastía comenzó con Neferkare.
Otro rey importante fue Merikare, hacia el que fueron dirigidas las primeras Instrucciones Reales. Esto nos da una idea de la posición de la realeza, que hasta era aconsejada.
En esta época, Heracleópolis y Tebas estaban en un período de estabilidad y ausencia de conflictos.
Merikare es aconsejado para que refuerce las fronteras del norte, frente a la llegada de los asiáticos.
En política interior, se le aconseja que respete a los nobles, posiblemente por la necesidad de tenerlos como aliados en los nomos, frente a la amenaza de Tebas.
Ambas dinastías coexistían con los poderes provinciales.
Se inició un período de luchas entre las dinastías de Tebas y Heracleópolis, que culminó con la unificación de Egipto bajo el poder de Tebas. Su rey, Mentuhotep II, saqueó y destruyó Heracleópolis y sus necrópolis.
Restauró al visir y estableció su capital en Tebas. Aquí termina el primer período intermedio, dominado por la inestabilidad política y la convivencia de dos dinastías y unos poderes locales.
Marta Pérez (Akesha)
Heracleópolis y la ascensión de Tebas
Este periodo comprende de la VII a la XI dinastía, y se caracteriza por la fragmentación política que sufrió Egipto con el final de la VI dinastía.
Hay numerosas fuentes de información, las que nos demuestran que la situación no fue tan catastrófica, siendo un interesante período de la historia de Egipto.
Independientemente de la crisis política, en este período se establecen las bases de concepciones que perdurarán toda la historia, como la idea del faraón como "buen pastor", como un gobernante cercano a los problemas de la sociedad.
Incluso respecto a la "exclusividad" funeraria, hubo cambios, dándose una democratización funeraria, donde todos tenían derecho a un más allá.
El marco geográfico de Egipto también se ve modificado, no con enemigos poderosos, pero sí para tener en cuenta.
Se producen numerosos cambios, que se ven reflejados en las composiciones literarias.
Historiográficamente, estas dinastías han sido una época oscura, un período de transición, una experiencia traumática para Egipto, al no haber un poder centralizado y fuerte.
Además, la existencia de tensiones internas entre Heracléopolis y Tebas, terminó en la XI dinastía, con la unificación de Egipto bajo mando tebano.
Entrando en cada etapa, se inicia el Primer Período Intermedio, con la VI dinastía que, según Manetón, estaba compuesta por 70 reyes que gobernaron 70 días. Sería una exageración, pero que nos da idea de la desintegración política de Egipto. Se conocen sólo el nombre de algunos reyes.
En la VIII dinastía los faraones sólo controlaban las fronteras de Menfis. Se le atribuyen diecisiete faraones, aunque no se sabe quiénes fueron.
Mientras, en el resto del país, los nomarcas actuaban como reyes independientes, sin proclamarse faraones, aunque con numerosos privilegios por parte del faraón, posiblemente a cambio de su colaboración.
Las dinastías IX y X son llamadas heracleopolitanas, con capital en Heracleópolis Magna.
El tránsito no fue violento, sólo unos reyes reemplazaron a la dinastía menfita.
De la dinastía IX solo nos han llegado algunos nombres.
La X dinastía comenzó con Neferkare.
Otro rey importante fue Merikare, hacia el que fueron dirigidas las primeras Instrucciones Reales. Esto nos da una idea de la posición de la realeza, que hasta era aconsejada.
En esta época, Heracleópolis y Tebas estaban en un período de estabilidad y ausencia de conflictos.
Merikare es aconsejado para que refuerce las fronteras del norte, frente a la llegada de los asiáticos.
En política interior, se le aconseja que respete a los nobles, posiblemente por la necesidad de tenerlos como aliados en los nomos, frente a la amenaza de Tebas.
Ambas dinastías coexistían con los poderes provinciales.
Se inició un período de luchas entre las dinastías de Tebas y Heracleópolis, que culminó con la unificación de Egipto bajo el poder de Tebas. Su rey, Mentuhotep II, saqueó y destruyó Heracleópolis y sus necrópolis.
Restauró al visir y estableció su capital en Tebas. Aquí termina el primer período intermedio, dominado por la inestabilidad política y la convivencia de dos dinastías y unos poderes locales.
Marta Pérez (Akesha)
martes, 8 de diciembre de 2015
Las concepciones funerarias del Imperio Antiguo
Las concepciones funerarias del Imperio Antiguo
Las pirámides son el símbolo más importante del imperio antiguo, aunque no las primeras construcciones funerarias.
En el período tinita, las tumbas, tanto en la necrópolis de Abydos como en la de Saqqara, presentan una superestructura semejante a un gran banco de piedra, llamada "mastaba", que se mantuvo como sepultura no real incluso cuando los reyes comenzaron a construir pirámides.
Este túmulo de piedra procedía de la idea de la colina primigenia, de la que aparecía un sol creador, según la teología heliopolitana.
En estas dos primeras dinastías, la mastaba sigue evolucionando, convirtiéndose en lugar de culto, además de ser una reproducción de la casa terrestre del difunto.
Es importante conocer que, ya en el imperio antiguo, se sabía al ser humano compuesto de cinco elementos: la sombra, el akh, el ka, el ba y el nombre.
El akh es un principio solar, de luz, que le permite al difunto llegar a las estrellas. Sería lo que nosotros conocemos como espíritu.
El ka es la fuerza vital, a la cual hay que alimentar y que debe tener un soporte físico incluso después de la muerte. Es pro ello que se reproduce al difunto en una estatua de piedra, que será depositada en el serdab.
El ba es como un doble del difunto, independiente del cuerpo y que contiene la potencia de la persona. Es representado como un pájaro con cabeza humana. Frecuentemente se ha considerado como el alma, lo que no es correcto.
Era muy importante para el difunto ser nombrado para seguir existiendo, es pro ello que empezaron a construir estelas de falsa puerta. Eran colocadas en el umbral de la puerta, con el fin de asegurar el culto funerario.
Bastaba con que la fórmula de ofrenda pudiera ser leída para que tomara cuerpo real.
Más adelante, Djeser transformó la mastaba en pirámide, comenzando con la pirámide escalonada. Durante el resto del imperio antiguo, los particulares siguieron construyendo mastabas y los reyes se hicieron enterrar en grandes pirámides.
Marta Pérez (Akesha)
Las pirámides son el símbolo más importante del imperio antiguo, aunque no las primeras construcciones funerarias.
En el período tinita, las tumbas, tanto en la necrópolis de Abydos como en la de Saqqara, presentan una superestructura semejante a un gran banco de piedra, llamada "mastaba", que se mantuvo como sepultura no real incluso cuando los reyes comenzaron a construir pirámides.
Este túmulo de piedra procedía de la idea de la colina primigenia, de la que aparecía un sol creador, según la teología heliopolitana.
En estas dos primeras dinastías, la mastaba sigue evolucionando, convirtiéndose en lugar de culto, además de ser una reproducción de la casa terrestre del difunto.
Es importante conocer que, ya en el imperio antiguo, se sabía al ser humano compuesto de cinco elementos: la sombra, el akh, el ka, el ba y el nombre.
El akh es un principio solar, de luz, que le permite al difunto llegar a las estrellas. Sería lo que nosotros conocemos como espíritu.
El ka es la fuerza vital, a la cual hay que alimentar y que debe tener un soporte físico incluso después de la muerte. Es pro ello que se reproduce al difunto en una estatua de piedra, que será depositada en el serdab.
El ba es como un doble del difunto, independiente del cuerpo y que contiene la potencia de la persona. Es representado como un pájaro con cabeza humana. Frecuentemente se ha considerado como el alma, lo que no es correcto.
Era muy importante para el difunto ser nombrado para seguir existiendo, es pro ello que empezaron a construir estelas de falsa puerta. Eran colocadas en el umbral de la puerta, con el fin de asegurar el culto funerario.
Bastaba con que la fórmula de ofrenda pudiera ser leída para que tomara cuerpo real.
Más adelante, Djeser transformó la mastaba en pirámide, comenzando con la pirámide escalonada. Durante el resto del imperio antiguo, los particulares siguieron construyendo mastabas y los reyes se hicieron enterrar en grandes pirámides.
Marta Pérez (Akesha)
Economía, sociedad y literatura en el Imperio Antiguo
Economía, sociedad y literatura en el Imperio Antiguo
Respecto a la economía en el Imperio Antiguo, hay disparidad de opiniones sobre su organización.
La necesidad de realizar trabajos hidráulicos facilitó la aparición de estructuras administrativas en el Imperio Antiguo, que acabaron en un estado centralizado. Esto fue favorecido por las crecidas del Nilo.
La evolución de la sociedad egipcia no coincide con los modelos de otras sociedades hidráulicas. El estado egipcio, lejos de disponer del agua, se preocupó de que llegara a todos los habitantes de Egipto.
Aunque el rey era propietario de Egipto y sus habitantes, esto era sólo de modo simbólico, ya que en la realidad, existía la propiedad privada, que no generó la esclavitud durante el Imperio Antiguo.
El mismo estado garantizaba la propiedad privada, a condición de que tanto los bienes, como los cambios de propietarios, fueran registrados en un censo.
La monarquía tenía grandes propiedades que usaba para pagar sus gastos y a sus funcionarios, ya fuera pagándoles con el usufructo de éstas, o con productos de sus cosechas.
El cese del control sobre estas propiedades llevó a la ruina de la V dinastía.
Respecto a la economía casera, a una familia le era posible vivir con una pequeña parcela, y dada la baja población, había recursos para todos.
Unos eran campesinos, otros domesticaban animales y pastoreaban, y también eran cazadores y pescadores.
La mayoría también trabajaban temporalmente en la construcción de monumentos, por lo que eran pagados generosamente.
El estado también parecía tener el monopolio del comercio, terrestre y marítimo, con el objetivo de importar todo lo necesario para el consumo interno.
Respecto a la sociedad, la escala social superior estaba representada por ricos comerciantes, propietarios y altos funcionarios.
La escala media estaba formada por trabajadores y funcionarios, así como profesiones liberales diversas.
La clase baja, los más numerosos, eran campesinos y colonos. No existían esclavos, aunque los prisioneros de guerra eran obligados a trabajar en las tierras del estado.
La sociedad era monógama, y la mujer tenía independencia económica, siendo considerada por la ley como igual al hombre.
Por último, respecto a la literatura, nos ha llegado abundante producción escrita, bien conservada a pesar de sus 4500 años de antigüedad.
Podemos clasificar los textos del Imperio Antiguo en religiosos, sapienciales, técnicos e históricos.
Entre los religiosos podemos destaca los Textos de las Pirámides. Entre los sapienciales, las Enseñanzas de Ptahotep. Entre los históricos y técnicos, la Piedra de Palermo, la biografía de Uni, o el papiro médico Edwin Smith.
Marta Pérez (Akesha)
Respecto a la economía en el Imperio Antiguo, hay disparidad de opiniones sobre su organización.
La necesidad de realizar trabajos hidráulicos facilitó la aparición de estructuras administrativas en el Imperio Antiguo, que acabaron en un estado centralizado. Esto fue favorecido por las crecidas del Nilo.
La evolución de la sociedad egipcia no coincide con los modelos de otras sociedades hidráulicas. El estado egipcio, lejos de disponer del agua, se preocupó de que llegara a todos los habitantes de Egipto.
Aunque el rey era propietario de Egipto y sus habitantes, esto era sólo de modo simbólico, ya que en la realidad, existía la propiedad privada, que no generó la esclavitud durante el Imperio Antiguo.
El mismo estado garantizaba la propiedad privada, a condición de que tanto los bienes, como los cambios de propietarios, fueran registrados en un censo.
La monarquía tenía grandes propiedades que usaba para pagar sus gastos y a sus funcionarios, ya fuera pagándoles con el usufructo de éstas, o con productos de sus cosechas.
El cese del control sobre estas propiedades llevó a la ruina de la V dinastía.
Respecto a la economía casera, a una familia le era posible vivir con una pequeña parcela, y dada la baja población, había recursos para todos.
Unos eran campesinos, otros domesticaban animales y pastoreaban, y también eran cazadores y pescadores.
La mayoría también trabajaban temporalmente en la construcción de monumentos, por lo que eran pagados generosamente.
El estado también parecía tener el monopolio del comercio, terrestre y marítimo, con el objetivo de importar todo lo necesario para el consumo interno.
Respecto a la sociedad, la escala social superior estaba representada por ricos comerciantes, propietarios y altos funcionarios.
La escala media estaba formada por trabajadores y funcionarios, así como profesiones liberales diversas.
La clase baja, los más numerosos, eran campesinos y colonos. No existían esclavos, aunque los prisioneros de guerra eran obligados a trabajar en las tierras del estado.
La sociedad era monógama, y la mujer tenía independencia económica, siendo considerada por la ley como igual al hombre.
Por último, respecto a la literatura, nos ha llegado abundante producción escrita, bien conservada a pesar de sus 4500 años de antigüedad.
Podemos clasificar los textos del Imperio Antiguo en religiosos, sapienciales, técnicos e históricos.
Entre los religiosos podemos destaca los Textos de las Pirámides. Entre los sapienciales, las Enseñanzas de Ptahotep. Entre los históricos y técnicos, la Piedra de Palermo, la biografía de Uni, o el papiro médico Edwin Smith.
Marta Pérez (Akesha)
Textos delas pirámides. Pirámide de Titi
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