La pintura egipcia, considerando como tal la referida a temas figurativos, nace hacia el 4.000 a.C., con la decoración de cerámicas, con dibujos y motivos muy simples, realizados en colores terrosos naturales, aunque hay numerosas representaciones en roca desde el 7.000 a.C.
La pintura egipcia primitiva, es muy parecida al resto de pinturas rupestres, siendo figuras flotantes sin perspectiva ni demarcaciones. Tanto en ésta como en el resto de las artes, los egipcios supieron crear un estilo propio que se conservaría a lo largo de toda su historia.
En un principio, la mayoría de las obras se centraban en el ámbito funerario, con el fin de ayudar al difunto en su viaje al más allá. Esto es lo que se denomina “magia de las imágenes”, y por tanto, se debe representar correctamente a la figura del difunto, acompañantes, siervos, utensilios u ofrendas, ya que en el más allá cobrarían vida y debían estar completas. Se utilizó también en tumbas civiles, ya que la pintura era considerablemente más barata que el relieve o la escultura.
Dentro de las pinturas murales era común utilizar dos métodos de preparación. En ambos se preparaba la pared del mismo modo, aplicando una capa de barro y paja, sobre la cual, una vez compacta, se extendía otra capa de yeso. Sobre ésta se podía pintar con alguno de estos dos métodos:
a- fresco secco, aplicada sobre yeso seco,
b- buon fresco, aplicado sobre yeso húmedo.
El método para realizar los dibujos, se basaba en la ejecución de líneas guía o cuadrículas, representando la figura humana, según su regla de proporción, en la cual ésta ocupaba dieciocho cuadrículas si estaba de pie, y catorce si estaba sentada, sin contar la peluca o adornos de la cabeza. Durante la dinastía saíta, la proporción cambió, ocupando a figura humana veinticuatro cuadrículas y un cuarto.
La aplicación de la pintura se realizaba extendiendo suavemente una capa de pintura de fondo muy delgada. A continuación se marcaban los contornos en ocre rojo, y coloreando el fondo en amarillento o blanco. A continuación se recubría la superficie de los personajes con colores vivos, aunque planos, sin mezcla, ni sombras. Por último, se pintaban los detalles más concretos. Los colores utilizados en pintura eran los siguientes:
- Azul, representado por el Nilo, se usaba para el cielo, el agua y la noche
- Verde, símbolo de la fecundidad y la vegetación, color con que se representaba al dios Osiris, y era utilizado para representar la naturaleza y motivos vegetales.
- Blanco, usado como fondo para los dibujos, para colorear la ropa, la corona blanca, y para representar el pan.
- Rojo, representado por el dios Set, se usaba para la corona roja, la piel masculina, la cerámica, la madera, y para el desierto.
- Amarillo, representado por el sol, usado para el oro y la piel femenina.
- Negro, color de la fertilidad, representado por el limo del Nilo. Se usaba para pintar los cabellos y los ojos.
Respecto a los temas utilizados, son muy variados, dependiendo de la finalidad de la obra y del período a que se refiera. Pero, en líneas generales, los temas más frecuentes fueron los siguientes:
- Motivos geométricos, que se representaban en las primeras vasijas, y posteriormente, en los frisos de pinturas de tumbas.
Temas áulicos, es decir, representaciones del rey y su familia. Caben destacar las pinturas de la época de Akhenaton, donde están representados en actitudes familiares y cariñosas, dejando atrás la rigidez que caracterizaban a estas pinturas.
- Motivos religiosos, en los que se representaban a los dioses, y frecuentemente, al faraón en actitud de ofrenda hacia ellos.
- Motivos históricos, especialmente en los templos, en que se narraban batallas y otros hechos históricos relevantes en la vida del faraón. Gracias a estas pinturas, nos han llegado numerosos relatos que aportan luz a diversos episodios de la historia de Egipto.
- Escenas de la vida cotidiana, representadas en edificios y tumbas civiles, que nos aportan documentación sobre usos y costumbres. Representan trabajos de campesinos, artesanos, artistas, y escenas de caza y pesca, que resultan bastante realistas.
Destacan las escenas agrícolas, durante todo el Reino Antiguo y Medio, sobre todo en las tumbas privadas. Eran representadas las faenas típicas del campo, como arar, sembrar o trillar.
Hay numerosos restos pictóricos de viticultura, representando el proceso desde el segado y el pisado de uva, hasta el envasado del vino.
Otro tipo de escena cotidiana es la apicultura. La miel era muy utilizada en el Antiguo Egipto, ya fuera recolectada en estado salvaje, o de abejas domésticas.
Abundaban las escenas de cría de animales, sobre todo en los Reinos Antiguo y Medio. Los animales más representados eran ovejas, cabras, cerdos, asnos y aves varias.
También la pesca era tema frecuente, con pinturas de trampas para peces y artes diversas de pesca; y las escenas de caza, que tenía casi una importancia religiosa. Las más comunes, la caza de aves e hipopótamos.
- Motivos de la naturaleza, ya sean vegetales o animales. Lotos, palmeras, papiro, peces, aves, hipopótamos…diversas representaciones que nos ayudan a conocer cómo era la flora y la fauna del Antiguo Egipto
- Escenas funerarias, representadas en tumbas, con tres temáticas principales: almacenamiento y clasificación de alimentos, posesiones del difunto para el más allá y textos jeroglíficos de apoyo sobre el Libro de los Muertos.
Respecto a los principios o características principales del arte en el Antiguo Egipto, éstos estuvieron inalterados durante toda su historia. Se consideran cuatro principios básicos, aunque también se tenían en cuenta otras características secundarias:
- Representación bidimensional: las pinturas, incluso la sensación que daba el color, eran planas, en dos dimensiones, sin sombras, sin dar sensación de relieve, lo cual no restaba belleza a las obras.
- Frontalidad: las representaciones se hacían vistas de frente, aunque en el caso de la figura humana, la cabeza, pies, manos y senos se representaban de perfil, el ombligo de tres cuartos, y el resto del cuerpo de frente.
- Registros: la única forma de suplir la falta de perspectiva, era representando las pinturas en líneas horizontales, dividiendo la escena en registros, con el fin de secuenciarla. También se utilizaba la representación de figuras en distintos tamaños, o bien para dar sensación de perspectiva, o dependiendo de la importancia del personaje. Las líneas superiores representaban el fondo, y las inferiores, los primeros planos. Otro motivo para utilizar los registros era la búsqueda del equilibrio, en contra del caos que ellos suponían que los rodeaba.
- Horizontalidad: se aplicaba a todo el conjunto, pudiendo representar así la verticalidad de ciertos conjuntos decorativos.
- Además de los cuatro principios anteriores, en las pinturas no se representaba el movimiento, se trataba de imágenes estáticas.
- En el caso de figuras humanas, se pintaban idealizados, y siempre jóvenes.
Para los antiguos egipcios, lo importante era su visión de la realidad, intemporal, sin cambios, sin influencias del exterior. Por ello somos capaces de reconocer la pintura del Antiguo Egipto y sus características, entre el resto de representaciones pictográficas de cualquier época, lugar o corriente estilística.
Marta Pérez Torres (Akesha)
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