miércoles, 26 de mayo de 2021

PINTURA Y RELIEVE EN EL IMPERIO NUEVO: ÉPOCA DE AMARNA, EN EL ANTIGUO EGIPTO

Amenhotep IV sube al poder, adorando a Aton, el disco solar, como único dios. Esto implica numerosos cambios a nivel religioso, político y social. Este cambio comenzó, lentamente, ya en el reinado de Amenhotep III, el cual iba rompiendo poco a poco con el arte tutmésida.

 

Amenhotep IV se centra en su nueva religión, el culto a su dios Atón, descuidando los problemas del país y la política exterior. Se aísla de todo creando su capital, Akhet-Atón, y se cambia el nombre por Akhenaton. Prohíbe el culto y las representaciones de otros dioses en todo el país.

 

Toda esta revolución se ve reflejada, lógicamente, en el arte, en el cual se introducen numerosas innovaciones. La transformación comenzó en Tebas, con una variación de los bustos del rey, continuando con el cambio en la representación de la figura humana en general, dejándose notar en las formas y poses de las mismas, más suavidad y relajación.

 

El arte Amarna representa el presente, la vida, la energía… y todo ello inspirado por Atón, su único dios, que da la vida.  Éste se representa en relieves y pinturas como un disco solar, cuyos rayos son largos brazos terminados en pequeñas manos que protegen a la familia real.



Los retratos se vuelven más naturalistas y reflexivos, intentando representar la realidad tal y como es. Los cuerpos son representados sin El idealismo anterior, exagerando los rasgos físicos, fueran bellos o deformes. “El arte entra en la vida espiritual de los personajes…” (Francisco Presedo).

 

Los restos pictóricos están llenos de vida, de movimiento, de humanidad. LA composición resulta algo anárquica, libre respecto a los cánones anteriores.

 

Tanto en relieves como en pinturas se dan unas características que difieren del arte de períodos anteriores, como son: 

 

-       Representación de la lateralidad: ambos manos y pies, diferenciando el derecho del izquierdo.

-       Representación completa de los personajes que están en primer plano, y sólo los contornos de los que están detrás, dando mayor sensación de perspectiva.

-       Sensación de movimiento en las figuras, mediante representación de detalles aparentemente movidos por el viento.

 

En el Palacio Real se han encontrado preciosos azulejos vidriados, pintados son escenas de pájaros y plantas, características de este peridoto. Numerosas representaciones de la naturaleza han sido halladas en las ruinas de Akhet-Atón.

 

El ejemplo más claro de este naturalismo lo tenemos en la habitación verde, del palacio septentrional de la ciudad, donde abundan pinturas de aves, y vegetación con un realismo inusual.

 

Puede considerarse la “obra maestra de la vida animal y vegetal” (Stevenson Smith. “Arte y arquitectura en el Antiguo Egipto”).

 



También tema característico de la época, es la imagen de la familia real en palacios, tumbas y templos. Se representaba al rey con su familia (esposa e hijas), adorando a Aton. Eran escenas tiernas y realistas que acercaban al faraón al pueblo.

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