Mi primera impresión al entrar fue de sorpresa... esperaba una exposición de pinturas al modo tradicional, pero encontré un pedazo de Egipto.
La fidelidad en las formas y el colorido, el material de estuco sobre el que están realizadas las pinturas, la textura rugosa, las grietas y los trozos descascarillados, e incluso la mezcla de arena egipcia con pintura en el cuadro de las hijas de Akhenaton, hacían de estas realistas reproducciones una delicia para los sentidos.
Con el lujo añadido de visitar la exposición con el propio autor, que nos hablaba sobre sus pinturas y accedía a contestar todas nuestras preguntas o a hacerse innumerables fotos con nosotros. Una tarde inolvidable.
Por supuesto, volveré a verla, y dejaré que mi Ka vague libremente entre las arenas de Khemet.
Almuerzo de mi grupo de adictos a la egiptología, con Angel Kuenka
El grupo en la exposición "Kemet, mil millas Nilo arriba", con Angel Kuenka.
Posando con Angel Kuenka ante mi obra favorita.
Con mi obra favorita: "La Estela de los Enamorados en el Jardín", una evocación de un romántico paseo de, bajo mi punto de vista, Tutankhaton con Ankhesenpaaton
Detalle de la pintura de las hijas de Akhenaton. Los adornos de la pared están representados con pintura mezclada con arena de Egipto.
Fue todo un placer compartir esos momentos con todos vosotros y contemplar la maravillosa obra de Angel Kuenka que, como tu bien dices, nos transportó al antiguo y fascinante pais del Nilo.
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