miércoles, 10 de febrero de 2021

ESCULTURA EN EL DINÁSTICO TEMPRANO Y EN EL IMPERIO ANTIGUO

De los primeros momentos se han hallado estatuillas de marfil, de pequeño tamaño.

En el Imperio Antiguo comienzan a establecerse las características de la estatuaria, que perdurarían durante la historia de la civilización egipcia. No eran estatuas decorativas, el arte egipcio no está hecho para decorar. Se trataba del sustento del ka con el fin de recibir ofrendas.

Estatuaria real

En tiempos de Jasejemuy, podemos encontrar algunas estatuas sedentes del faraón, y, a partir de ahí, se comenzó a desarrollar la estatuaria de bulto redondo, sobre todo real.

En general, las estatuas reales mostraban hieratismo y rigidez, entendido tal como la representación tranquila y ambigua, y una inmovilidad, casi de reposo. Las figuras parecen esperar impasibles el paso del tiempo, prácticamente inexpresivas. El arte egipcio no pretende expresar movimiento.

También se observa ya en esta época la ley de la frontalidad. Las estatuas están hechas para ser vistas de frente, sin detalles en la parte posterior, excepto, en algunos casos, en que se representaba el pelo o algún objeto que portara en la espalda. No era necesario representar esta parte, ya que lo que se quería representar era la esencia de la persona. La mayoría de estas estatuas estaban de pie o en posición sedente.

De la dinastía III, nos queda información en los documentos conservados de Djoser y su mima estatua encontrada en el serdab de Saqqara, vestido para la fiesta Sed.

En general, las estatuas de esta dinastía se caracterizan por la posición de sus brazos. El brazo derecho lo tienen flexionado, con la mano sobre el pecho izquierdo, y la otra mano sobre la rodilla izquierda.

Como materiales, se usaban la piedra (caliza, diorita o granito) y la madera, con menos frecuencia.

En la IV dinastía, se utilizó para la estatuaria materiales como el marfil, la madera, el granito y la caliza, entre otros.

El faraón se representaba de pie o sentado en un trono. Va siempre tocado con los atributos reales, como la corona o el nemes, la barba postiza y el ureus.

Mención aparte, en esta dinastía, merece la aparición de cabezas de reserva. Se trata de esculturas de cabezas independientes, completamente blancas, con sólo el relieve de los rasgos faciales, de las que no se sabe exactamente su utilidad. Se piensa que pudieron servir de modelo para hacer la máscara mortuoria, o que fueran destinadas al culto, sustituyendo a las estatuas cotidianas.

Durante la V y VI dinastía, hay cambios estilísticos puntuales, como la estatua sedente de Sahuré, acompañada de un dios de un nomo. En la mayoría de los casos, eran representados jóvenes, y comienza a usarse la pasta vítrea para la realización de los ojos, lo cual los hace mucho más expresivos.

También se encuentran representaciones de reyes como niños, a veces acompañados de sus madres, como en el caso de Pepi II.

Ejemplo de estatuaria real, además de las citadas, son las estatuas de Djoser, la estatuilla de Keops, la estatua sedente de Kefrén, las triadas de Micerinos y, como no, la Gran Esfinge de Gizah, de proporciones colosales.

 


Estatua sedente de Kefren

Estatuaria civil

La estatuaria privada es muy diferente, ya que se esforzó en captar la vida, dándole más realismo. No era un retrato exacto del difunto, ya que se tendía a idealizarlo dentro de un canon. No había movimiento, ya que no necesitaban ser más que el receptor del espiritu para recibir las ofrendas de los vivos.

En la III dinastía, se trata, sobre todo, de estatuas sedentes, bastante rígidas. Hay algunos ejemplos de estatuas de pie, siempre en la misma posición: con el pie izquierdo adelantado y los brazos a lo largo del cuerpo.

En la dinastía IV se aumentó el realismo, destacando rasgos físicos y policromando las estatuas.


                                                                Rahotep y Nofret

 

Se utilizó sobre todo la piedra caliza, fácil de moldear y más barata.

En la V y VI dinastía hay numerosos restos de estatuaria privada, de gran calidad, la mayoría de ellas halladas en la necrópolis de Saqqara.

Estaban realizadas también de piedra caliza o de madera recubierta de estuco y policromada. Las estatuas están en diferentes posiciones: en pie, sentadas o arrodilladas. Es común la representación de los hombres con el pelo corto y un fino bigote.

Proliferan las estatuas de grupos familiares, vestidas y en posiciones diferentes.

Son ejemplos las estatuas de Rahotep y Nofret, El enano Seneb y su familia (IV dinastía), las del Escriba Sentado Kai y el Alcalde del Pueblo o noble Ka-aper(V dinastía).

 

Ka-aper

Son frecuentes en todo el período, las estatuillas de menor tamaño, anónimas, destinadas a formar parte del ajuar funerario de los reyes, tales como sirvientes o mujeres trabajando.


Marta Pérez Torres

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