Fragmento de cabeza de estatua osiríaca
realizada en caliza. Procede de Deir el Bahari, donde formaba parte de uno de
los colosos de la terraza superior del templo. Portaba la corona roja, o, más
probablemente, la doble corona y pertenece a la reina Hatshepsut, de la XVIII
dinastía. Se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo.
Hatshepsut fue una mujer faraón que dirigió
su país con energía. Recuperó el lujo y el buen gusto que se estaba perdiendo
tras el Segundo Periodo Intermedio. (Ver capítulo completo sobre Hatshepsut en
nuestra sección de historia: http://www.egiptodreams.com/HHatshepsut.htm).
Hatshepsut se hacía representar como un
faraón, con barba postiza y faldellín masculino, cuerpo de hombre, y rostro
delicado y femenino.
En el fragmento que tratamos, podemos ver
esta delicadeza de las facciones femeninas.
Los ojos son grandes, almendrados y expresivos, con el col alargando el ojo y
cejas pintadas al estilo osiríaco. Su nariz es pequeña y arqueada, y los labios
gruesos, mostrando la característica sonrisa tutmósida.
Sólo conserva la oreja derecha y un fragmento
de la izquierda. También se observa una pequeña parte de la base del tocado.
Por la parte inferior se ve representada la
barba faraónica, como atributo masculino del faraón.
Un fragmento deteriorado de lo que debió ser
la estatua de una gran reina, que a pesar de su empeño por borrarla de todos
los restos arqueológicos, nadie consiguió borrarla de la historia del Antiguo
Egipto, ni de la memoria de los amantes de esta maravillosa cultura.
Marta Pérez (Akesha)
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