El escriba sentado es una estatua de caliza policromada de 53 centímetros de
altura. Se encuentra en la sala 22 del Museo Nacional del Louvre, en París.
Representa, según palabras de Francisco Presedo, a Kai, un gobernante enterrado en Sakkara.
Kai era un personaje muy importante que, lejos de trabajar como escriba, tenía a varios de éstos a su servicio. Posiblemente se hizo representar en esta actitud debido a su interés por el estudio y a meditación. Debió ser un alto funcionario culto e inteligente.
Existen numerosas representaciones de otros personajes importantes de
esta misma forma, como el Escriba Sentado del Museo del El Cairo.
©Escriba. Museo Egipcio de El Cairo.
La imagen del Escriba en escultura apareció en la IV dinastía, aunque no
se generalizó hasta la V dinastía, a la que pertenece el que nos ocupa.
Se muestra en postura sedente, con las piernas cruzadas, sentado sobre
una base de la misma piedra que ocupa la superficie de la figura.
Sus miembros están perfectamente delineados, marcando tanto la
musculatura de torso, brazos y piernas, el vientre, más prominente. Se
representan detalles minuciosos tales como uñas de manos y pies.
El rostro muestra una expresión de concentración, con los ojos fijos, de
mirada inteligente y expresiva. Su estructura es huesuda, marcando los pómulos
y la mandíbula inferior.
Las manos están relajadamente apoyadas sobre el papiro que reposa en sus
rodillas, llevándolo sujeto en la mano izquierda, mientras sostiene el cálamo
con la mano derecha.
Según Vandier es "el ejemplar más hermoso que se conoce, según
parecer unánime".
Marta Pérez (Akesha)
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