miércoles, 7 de julio de 2021

HIMNO AL NILO

HIMNO AL NILO

 

 



¡Salud oh Nilo, a ti que murmurando, 

la tierra ciñes a tu amor rendida, 

y en paz te acercas sosegado y blendo 

a dar a Egipto bendición y vida!

 

¡Eres buen Dios y el valle refrigeras

donde Osiris los cármenes inflama

y tan copioso, que del sol pudieras

entre tus ondas apagar la llama!

 

¡Del cielo bajas por oculta vía

y al prado, hierba y flores renuevas,

donde el ganado innumero se cría,

que en tu corriente deliciosa abravas!

 

¡Eres Dios Seb, amigo de los panes,

del hombre suaves y sabrosos dones,

y dios Nepra, que colma los afanes

y es propicio a piadosas oblaciones!

 

¡Dios Ptah, todos los sitos iluminas

y rey de peces de brillante escama,

cuando cubres llanuras y colinas

huyendo el ave tu poder proclama!

 

Nutre él la tierra de fecundo grano

Y en rubia mies se adorna la llanura,

Y altares dando al bienestar humano,

Duración a los templos asegura.

 

Da reposo a las manos; si decrecen

Sus aguas, gimen cuantos de él esperan;

En el cielo los dioses se estremecen

En el suelo los hombres desesperan.

 

Toda la tierra ha abierto y dilatado,

Y, por sustento, da prados risueños

A la ágil cabra y tardo buey cansado,

Y reparan los grandes y pequeños.

 

Si se retarda, invócalo; aparece

Entonces como Khnum, creador del mundo,

Y la vida se esparce y se adormece,

Toda la tierra en bienestar profundo.

 

Pasa, y en pos en el Egipto deja

La semilla de espléndidos manjares,

Y retoña la vid tostada y vieja

Y florecen las palmas seculares.

 

Él, la ofrenda nos brinda generoso

Que lleva al sacrificio el pueblo inmenso;

Y es más puro, más grato y oloroso

Cuando él lo riega, el transparente incienso.

 

Ambas comarcas del Egipto inunda,

Y al dejar la llanura y el otero,

El rico fruto almacenado abunda 

Y de trigo feraz se hincha el granero.

 

Germina, y de los pobres es trofeo;

El cauce ensancha y en su curso crece,

Y aún cuando colma universal deseo,

No se agota jamás, ni se empobrece.

 

¿Cómo representarlo? ¡Qué estatuario

un dios tan gigantesco esculpiría

¿ y cómo alzarle un templo? ¿Qué santuario

tanta grandeza contener podría?

 

¡Ah! Su origen se ignora, o si se agita

con las arenas del desierto en guerra,

o si su inmenso corazón palpita

en las hondas entrañas de la tierra.

 

¡Oh Nilo! Por ti se han perpetuado

de tus hijos las mil generaciones;

en el sur eres siempre venerado,

en el norte recibes bendiciones.

 

¡Tú lágrimas embebes sin enojos

por el dolor del hombre, en ti vertidas,

y las devuelves luego ante sus ojos

en abundancia y bienes convertidas!

 

 

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