El 13 de Enero de 2019, nos levantamos con una noticia muy esperada, sorprendente e ilusionante.... el siempre mediático Zahi Hawass decía haber descubierto la tumba de, ni más ni menos, que Cleopatra VII, la gran Cleopatra de las películas y las grandes novelas, cuyo personaje cautivó al mundo en la piel de Elizabeth Taylor.
Todos los amantes de la Egiptología conteníamos el aliento, esperando más detalles, una foto, una declaración oficial del Ministerio de Antigüedades Egipcias... desde el escepticismo que provoca el Señor Hawass y la prensa en general. Pero nada de eso llegó.
En los días siguiente, todos los periódicos publicaban la noticia, ante la ya desilusión por lo que nos veíamos venir... Y eso sí llegó...
Casi un mes más tarde, el propio Hawass reconoce que pudo haber un "error de traducción" en su entrevista, lanzando el bulo al tejado de los medios de comunicación y reconociendo la búsqueda de la ansiada tumba de la reina a la dominicana Kathleen Martinez, que se encuentra excavando en Taposiris Magna (zona en la que, en la primera noticia, se hallaría su tumba).
Así que nos quedamos como estábamos, y sin saber en qué momento de la comunicación se torció el mensaje... me recuerda al juego del teléfono, al que jugaba cuando pequeña, y en el que nunca se sabía cuál sería la palabra final.
En ello estamos, esperando. Después de 2049 años, por un año más menos....
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